'La clave es que haya una mayoría democrática de izquierdas'

El candidato de los verdes alemanes, Joschka Fischer, habla sobre su inesperado éxito y la futura colaboración con Gerhard Schröder.

Pregunta. Tras 16 derrotas en los comicios regionales, los verdes han vivido una recuperación sorprendente. ¿Hay algún secreto detrás de todo esto?

Respuesta. Todo se hizo correctamente. La lucha electoral fue profesional, hubo una gran movilización y el partido estaba unido; por primera vez los verdes hemos funcionado sin dificultades y además de arriba a abajo y de abajo a arriba.

P. A principios de año parecía que los ...

El candidato de los verdes alemanes, Joschka Fischer, habla sobre su inesperado éxito y la futura colaboración con Gerhard Schröder.

Pregunta. Tras 16 derrotas en los comicios regionales, los verdes han vivido una recuperación sorprendente. ¿Hay algún secreto detrás de todo esto?

Respuesta. Todo se hizo correctamente. La lucha electoral fue profesional, hubo una gran movilización y el partido estaba unido; por primera vez los verdes hemos funcionado sin dificultades y además de arriba a abajo y de abajo a arriba.

P. A principios de año parecía que los verdes no tenían ninguna posibilidad.

R. Pero sólo en los análisis exteriores de las encuestas. Hemos pasado de ser un partido de la oposición a ser un partido gobernante y por lo tanto, como motor de la reforma, hemos activado esta coalición en lo que al contenido se refiere. Yo siempre mantuve que la calidad de nuestro trabajo sería evidente, a más tardar cuando se hubieran mostrado las alternativas políticas en la fase más caliente de la batalla electoral.

'Tras este éxito, todos los diputados verdes deben saber que tienen una gran responsabilidad de cara a la permanencia de la coalición rojiverde'

P. ¿Ha adaptado ya su grupo al ritmo del Gobierno?

R. De cualquier forma, aún recae sobre nosotros la presión de justificar la confianza de millones de votantes en nuestra función en el gobierno. Hemos demostrado que no existe ninguna contradicción entre creatividad y profesionalidad, entre la defensa de los principios y una actuación severa.

P. ¿Qué importancia ha tenido el factor Fischer en este éxito? La campaña de su partido estaba totalmente adaptada a usted.

R. No lo sé. Nuestro objetivo era hacer que la popularidad de mi persona fuese útil para el partido. En eso estábamos todos de acuerdo. Sin embargo, también era importante que pudiéramos participar en la personalización de los medios de comunicación.

P. ¿Es ahora Schröder canciller por la gracia de Fischer?

R. Debemos pensar cuántos votantes indecisos rojiverdes nos han dado su segundo voto . Aquí aconsejo realismo y humildad. Nosotros queríamos exactamente eso: captar votos rojiverdes. Este resultado tan bueno para los verdes también es, por lo tanto, una prueba de confianza para los rojiverdes.

P. Pero los socialdemócratas han perdido, usted no.

R. Hemos luchado juntos por la subsistencia de la coalición y Schröder fue elegido de nuevo canciller por todos nosotros.

P. Christian Ströbele, de la antigua izquierda, ganó en Kreuzberg con la consigna: votar a Ströbele significa aterrorizar a Fischer. ¿Tiembla usted todavía?

R. No, no. Existe una buena relación humana entre nosotros, aún cuando en ocasiones luchemos políticamente. Para contestar esta pregunta siempre he dicho: me aterrorizaré si Ströbele consigue directamente el distrito electoral. Por supuesto sólo hasta el día de las elecciones.

P. Ströbele declaró categóricamente la noche del domingo: 'Digo no a la guerra'.

R. Conozco la postura de Ströbele y en el pasado pudimos ocuparnos de eso. Tras este éxito electoral todos los diputados verdes deben saber que tienen una gran responsabilidad de cara a consolidar la coalición rojiverde.

P. ¿Qué mayoría necesita usted para conseguir un gobierno estable?

R. La mayoría es la mayoría; ahí tengo la misma opinión que el canciller.

P. Después de que los verdes hayan avanzado en estas elecciones, ¿pueden en el futuro alcanzar el 18% de los votos, que era la pretensión de los liberales?

R. Debemos intentar apoyarnos en este éxito y proseguir con el desarrollo de este país con toda humildad. Eso será suficientemente difícil. Tanto la política interior como la de exteriores necesitan toda nuestra experiencia y cohesión. Sin embargo, lo que ha conseguido el partido, que ya se ha puesto de manifiesto en la batalla electoral, ha sido abrir una brecha en la presión generacional. Ha sido evidente y perceptible la cantidad de jóvenes que no sólo han asistido a nuestras manifestaciones, sino que también han apoyado nuestra campaña en diferentes lugares.

P. Entonces, ¿no son los verdes un modelo a extinguir?

R. Por supuesto que no. El partido nunca ha sido tan independiente ni ha estado tan seguro de sí mismo como en esta batalla electoral.

P. ¿A pesar de la estrecha relación con el SPD?

R. Para mí la clave siempre ha sido si existe una mayoría democrática de izquierdas en Alemania. Es muy difícil alcanzarla. Pero transformar esta política lo es aún más. Conseguir la mayoría es lo más difícil de todo. ¡Pero lo hemos logrado!

P. Además, los verdes han elegido al canciller. ¿Qué quiere conseguir en las negociaciones de la coalición?

R. De eso se hablará por primera vez en el transcurso de las negociaciones y además se hará sobre una base más justa y participativa. Sobre todo, repito: los verdes no hemos elegido al canciller. Ambos partidos, el SPD y los verdes quieren forjar una coalición que ha funcionado con éxito durante cuatro años y en circunstancias difíciles.

P. Sin embargo debe haber también objetivos de contenido, que para ustedes son importantes y urgentes.

R. Eso lo discutiremos en las negociaciones basándonos en nuestro programa electoral con el que los verdes han conseguido este éxito.

P. En su visita nocturna al cuartel general del SPD fue vitoreado como si perteneciera a los socialdemócratas.

R. Yo no lo sentí así. Fui recibido como representante de un exitoso partido verde con el que quiere seguir gobernando el SPD. El aplauso no fue más fuerte que el que Gerhard Schröder recibió de nuestra parte.

P. Como ministro de Exteriores le espera una tarea urgente: debe arreglar la deteriorada relación entre Alemania y Estados Unidos.

R. Haremos todo lo posible por continuar con la relación, tradicionalmente buena, con nuestro socio más importante fuera de Europa sin menoscabo de las discusiones actuales.