La telefónica Qwest admite que infló los ingresos en 1.400 millones de dólares

La SEC y el Congreso de EE UU investigan las cuentas de la sociedad

Las acciones de Qwest Communications International sufrieron ayer un fuerte castigo en la Bolsa de Nueva York (perdían un 2,4% a media sesión), después de que la empresa admitiese que anotó ingresos de forma errónea que pueden superar los 1.400 millones de dólares.

El nuevo varapalo a la credibilidad de las grandes empresas coincidió con unas declaraciones del secretario de Estado del Tesoro de EE UU, Paul O'Neill, en las que se declaraba 'confiado' en que lo peor de los escándalos financieros que han sacudido en los últimos meses a las grandes empresas estadounidenses ha pasado.
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Las acciones de Qwest Communications International sufrieron ayer un fuerte castigo en la Bolsa de Nueva York (perdían un 2,4% a media sesión), después de que la empresa admitiese que anotó ingresos de forma errónea que pueden superar los 1.400 millones de dólares.

El nuevo varapalo a la credibilidad de las grandes empresas coincidió con unas declaraciones del secretario de Estado del Tesoro de EE UU, Paul O'Neill, en las que se declaraba 'confiado' en que lo peor de los escándalos financieros que han sacudido en los últimos meses a las grandes empresas estadounidenses ha pasado.

Qwest está siendo investigada por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, en inglés), el Congreso de Estados Unidos y el Departamento de Justicia sobre supuestas irregularidades en su contabilidad. Esta compañía, la mayor en servicios locales de telefonía en 14 Estados de EE UU, anunció el domingo la revisión de algunas partidas relativas a los ejercicios de los dos últimos años, aunque no puede determinar aún el impacto que eso puede tener sobre los resultados que dio a conocer en su momento.

La revisión contable de algunos acuerdos y ventas de servicios a través de su red de fibra óptica podría obligarle a reducir sus ingresos en 1.020 millones de dólares en el 2001 y en unos 464 millones en el 2000, según estimaciones de la empresa.

El nuevo equipo, que asumió la dirección de la compañía en julio, procedió de inmediato a una amplia revisión de cuentas y de acuerdos cuestionables con otras empresas, pero, según los nuevos gestores, tardarán aún meses en completar la investigación.

Las autoridades reguladoras han exigido a la compañía que clarifique sus cuentas antes de considerar sus planes de entrar en el mercado de telefonía de larga distancia en algunos estados.

Algunos analistas financieros consideran que esta opción es crucial para que la compañía amplíe su negocio y evite la bancarrota.

Las acciones de la empresa, que en marzo del año 2000, en pleno boom de la nueva economía, llegaron a negociarse a 66 dólares por título, se situaban en la sesión de ayer en 2,78 dólares, después de bajar siete centavos respecto a la sesión anterior.

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