Francia deroga la ley de 35 horas para las pequeñas empresas

François Fillon, ministro de Asuntos Sociales, presentó ayer su proyecto de reforma de la llamada ley de las 35 horas o ley Aubry, la gran reforma social impulsada por el socialista Lionel Jospin durante su mandato 1997-2002. Una derogación que, en la práctica, no alcanzará a todo el mundo, pero sí a las pequeñas empresas. En las grandes empresas o en los sectores en los que se recurre menos a menudo a las horas extra, es posible que sí siga aplicándose la ley Aubry.

La reforma consiste sobre todo en abaratar el precio de las horas extra -ahora sufren un recargo de ...

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François Fillon, ministro de Asuntos Sociales, presentó ayer su proyecto de reforma de la llamada ley de las 35 horas o ley Aubry, la gran reforma social impulsada por el socialista Lionel Jospin durante su mandato 1997-2002. Una derogación que, en la práctica, no alcanzará a todo el mundo, pero sí a las pequeñas empresas. En las grandes empresas o en los sectores en los que se recurre menos a menudo a las horas extra, es posible que sí siga aplicándose la ley Aubry.

La reforma consiste sobre todo en abaratar el precio de las horas extra -ahora sufren un recargo de entre el 25% y el 50%- y aumentar el número de las permitidas al año de 130 a 180. Fillon propone que se puedan efectuar 50 horas suplementarias más al año y deja el recargo en un modesto 10%. Ese coste del 10% se aplicará de inmediato, y a título experimental durante 18 meses, a las empresas de menos de 20 trabajadores, es decir, a esas que, en un 90%, aún no aplicaban la semana laboral de cuatro días. En empresas de gran tamaño, Fillon sólo exige que el alza mínima sea del 10% hasta las 39 horas, y acepta que el tiempo extra esté grabado un 25%. En definitiva, el ministro evita el enfrentamiento directo con el 90% de las sociedades con más de 200 asalariados, pero deja que sea la negociación sectorial la que acabe por llevar la voz cantante.

'No se flexibiliza la aplicación de la ley, sino que se propone una ley para alargar el tiempo de trabajo', ha dicho la central CGT. 'Es un proyecto que tiene unos únicos beneficiarios: los empresarios'. 'Había que abaratar el coste del trabajo al tiempo que aumentar los salarios', dice Fillon, para explicar un dispositivo que se completa con una equiparación de los hasta seis salarios mínimos que en este momento coexisten en Francia y que oscilan entre los 1.035 y los 1.154 euros.

La oposición parlamentaria socialista ha anunciado la voluntad de oponerse a las propuestas de Fillon, 'porque suponen la derogación de hecho de las 35 horas'. Debilitada tras la eliminación de Jospin en la primera vuelta de las presidenciales, no parece en situación de organizar una movilización de protesta importante.

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