Las mujeres cobran un 20% menos que los hombres en el mismo empleo

El 27,3% de los asalariados percibe menos del 66% del salario medio por hora

La incorporación de las mujeres al mercado laboral se acompaña todavía de desigualdades y desventajas, sobre todo desde el punto de vista económico. Las trabajadoras catalanas cobran un 20% menos que los hombres en igualdad de condiciones laborales; esto es, en un mismo puesto de trabajo en una empresa de igual tamaño, con la misma categoría laboral, el mismo nivel de estudios y la misma antigüedad. Así lo afirma un estudio promovido por la Fundación Jaume Bofill que analiza las desigualdades salariales en Cataluña entre 1995 y 2000.

El informe, realizado a partir de una muestra de 787....

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La incorporación de las mujeres al mercado laboral se acompaña todavía de desigualdades y desventajas, sobre todo desde el punto de vista económico. Las trabajadoras catalanas cobran un 20% menos que los hombres en igualdad de condiciones laborales; esto es, en un mismo puesto de trabajo en una empresa de igual tamaño, con la misma categoría laboral, el mismo nivel de estudios y la misma antigüedad. Así lo afirma un estudio promovido por la Fundación Jaume Bofill que analiza las desigualdades salariales en Cataluña entre 1995 y 2000.

El informe, realizado a partir de una muestra de 787.211 trabajadores pertenecientes a empresas con más de 10 empleados, advierte de que las diferencias de sueldo son significativas y de que, además, han crecido con el paso del tiempo. Así, estima que en 1995 el 26,2% de los trabajadores catalanes percibía menos de dos terceras partes del salario medio por hora que han calculado los autores del estudio, a partir de datos de la Encuesta de Estructura Salarial, que es de 10,67 euros. Cinco años después, el porcentaje de asalariados que se encontraba en esta situación -con un salario medio por hora de 12,79 euros- había subido hasta el 27,3%.

La diferencia de género es uno de los principales factores que agudiza estas desigualdades, según explicó ayer el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Lleida, Pere Mir, coautor del estudio junto con el profesor de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona, Josep González Calvet, y el profesor de Matemáticas de la Universidad Pompeu Fabra, Àngel Gil Estallo.

Las mujeres cobraban en 1995 un 32% menos que los hombres. Esa diferencia apenas se redujo, pues en el año 2000 era del 30%. Parte de esa desigualdad se debe, según los autores del informe, a una concentración de las mujeres en puestos de trabajo poco cualificados -y, por lo tanto, con menor remuneración- o porque ostentan categorías laborales inferiores. Estos supuestos explican las diferencias salariales entre hombres y mujeres en las administraciones públicas, que son menos abrumadoras que las del ámbito privado.

Lo más llamativo, sin embargo, es que la diferencia salarial por género se mantiene en un 20% en la empresa privada en casos en que las condiciones laborales de la mujer son idénticas a las del hombre. 'Ello invita a pensar que existen posibles comportamientos discriminatorios hacia las mujeres o favorables hacia los hombres'. En esta misma línea, el estudio alerta de que las mujeres tropiezan con más obstáculos para promocionarse en su carrera laboral, que suele 'estancarse' en torno a los 30 años. Los hombres, en cambio, van ascendiendo hasta los 55.

Mayor tamaño, más sueldo

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También el tamaño de las empresas, además de la antigüedad y la categoría profesional de los trabajadores, contribuye a las diferencias de sueldo. Por ejemplo, el empleado de una compañía que cuenta con más de 200 trabajadores cobra un 22% más que aquel que, con las mismas condiciones laborales, desempeña su actividad en una empresa con menos de 20 trabajadores.

Los empleados de las administraciones públicas son los que menos se resienten de estas diferencias. La desigualdad salarial en este ámbito se reduce a la mitad si se compara con el sector privado, aunque los empleados públicos han perdido poder adquisitivo de forma más notable de 1995 a 2000.

El nivel de desigualdad salarial de Cataluña, similar al de Alemania, Austria o Bélgica, 'es relativamente elevado', a juicio González Calvet, aunque las diferencias son menos acentuadas que en el conjunto de España.

El incremento de las diferencias entre los años 1995 y 2000 radica, según Mir, en la masiva incorporación de las mujeres al mercado laboral, que han pasado a ocupar empleos menos remunerados, y a las políticas laborales favorables a la flexibilidad y precariedad. Según el estudio, el sueldo de los trabajadores eventuales es un 14% inferior al salario de un empleado fijo en igualdad de condiciones.

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