Telefónica sigue como operadora dominante tres años después de la liberalización

Número uno en telefonía fija y móvil. Más de tres años después de la liberalización, Telefónica sigue afianzada en su posición de operadora dominante con cuotas de mercado mucho más amplias que el resto de rivales, según la Comisión National de las Telecomunicaciones (CMT), organismo regulador de este mercado.

El ex monopolio público disfruta de una cuota de mercado del 87% en telefonía fija y de más del 60% en la móvil, según datos relativos al año pasado. Aparte de Telefónica, sólo Vodafone España ha sido declarado 'operador dominante' por la CMT, con una cuota en telefónica mó...

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Número uno en telefonía fija y móvil. Más de tres años después de la liberalización, Telefónica sigue afianzada en su posición de operadora dominante con cuotas de mercado mucho más amplias que el resto de rivales, según la Comisión National de las Telecomunicaciones (CMT), organismo regulador de este mercado.

El ex monopolio público disfruta de una cuota de mercado del 87% en telefonía fija y de más del 60% en la móvil, según datos relativos al año pasado. Aparte de Telefónica, sólo Vodafone España ha sido declarado 'operador dominante' por la CMT, con una cuota en telefónica móvil de más del 25% y entre el 15% y el 20% en el mercado de los llamados servicios de interconexión (alquiler que pagan otras compañías rivales por utilizar su red). En este negocio, Telefónica acapara una cuota superior al 40%.

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Amena, la tercera compañía de telefonía móvil del mercado español, no ha sido declarado operador dominante. La ley establece que deben ser considerados como tal aquellas compañías que, en un determinado ámbito territorial, hayan obtenido, en el año anterior, una cuota de mercado superior al 25% de los ingresos brutos globales generados por la utilización de sus redes a la prestación de servicios de telecomunicaciones. El consejo de la CMT entiende que el tamaño y la capacidad competitiva de Amena es aún bastante más reducida que la de sus otros dos competidores.

Paquete de condiciones

En la práctica, llevar la etiqueta de operador dominante obliga a cumplir una serie de condiciones, entre otras cosas, bajar los precios que cobra al resto de las operadoras por utilizar su red, es decir, las tarifas de interconexión. Éstas deben ser transparentes y ajustarse a costes.

En julio pasado la CMT exigió a Telefónica Móviles y a Vodafone que bajaran sus precios de interconexión, mientras que Amena no se vio obligada a cumplir esta medida por ser la única que no era operadora dominante.

Al mismo tiempo, Telefónica está obligada a cobrar por igual a sus clientes las llamadas de fijo a móvil, sea cual sea el operador de destino. El antiguo monopolio, que tiene el control sobre la red de telefonía fija, debe facilitar el acceso de sus rivales al bucle local (el último tramo de la red, el que llega hasta la casa del usuario) y presentar anualmente sus cuentas separadas y auditadas referentes a sus distintas actividades. Este punto es básico para aumentar la competencia en este mercado.

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