Condenada una pareja por falsear documentos que ocultaban una relación polígama
Un súbdito gambiano y su mujer, ambos con residencia legal en España, han sido condenados por el Juzgado de lo Penal número 2 de Girona a una pena de seis meses de cárcel por haber urdido una estratagema legal para dar una identidad falsa a la segunda esposa del cabeza de familia. La segunda mujer del súbdito gambiano pudo obtener la residencia legal usurpando la identidad de la primera esposa. La Policía Nacional descubrió que ambas mujeres vivían en su domicilio de Banyoles (Pla de l'Estany) bajo una misma identidad.
El delito se cometió entre los meses de marzo y abril de 1996. El ve...
Un súbdito gambiano y su mujer, ambos con residencia legal en España, han sido condenados por el Juzgado de lo Penal número 2 de Girona a una pena de seis meses de cárcel por haber urdido una estratagema legal para dar una identidad falsa a la segunda esposa del cabeza de familia. La segunda mujer del súbdito gambiano pudo obtener la residencia legal usurpando la identidad de la primera esposa. La Policía Nacional descubrió que ambas mujeres vivían en su domicilio de Banyoles (Pla de l'Estany) bajo una misma identidad.
El delito se cometió entre los meses de marzo y abril de 1996. El vecino de Banyoles de origen gambiano Abdouraman Samasa fingió que su primera mujer había extraviado su tarjeta de residencia y gestionó un duplicado utilizando la fotografía de su segunda mujer, que no disponía de los papeles de residencia. Fue el servicio de documentación de la comisaría de la Policía Nacional, a la que el súbdito gambiano acudió con un justificante de denuncia en la que se había adherido la fotografía de la segunda mujer, quien descubrió el engaño y lo comunicó al juez.
Datos de tres personas
Sorprendentemente, la nueva tarjeta de residencia tenía datos que correspondían a tres personas diferentes. El nombre era el de la primera mujer, la fotografía pertenecía a la segunda y la huella digital impresa en el documento era de una tercera persona no identificada. Antonio Castro, portavoz policial, explicó ayer que este tipo de manejos no son habituales, aunque se han hallado otros casos. Casi siempre, la estratagema se basa en utilizar los datos de la esposa residente legal en el país para conseguir traer a otra.
La pareja fue acusada por la policía de los delitos de falsificación de documentos y usurpación de estado civil. La pena propuesta por el fiscal, que finalmente sólo acusó por el delito de falsificación, fue aceptada por la pareja gambiana y no se llegó a celebrar el juicio.
Las estratagemas de los inmigrantes legales para conseguir documentos para familiares que pretenden trasladarse a Europa no son un caso aislado y los servicios de documentación policiales permanecen alerta para descubrirlas.
La legislación española de reagrupación familiar sólo permite obtener documentación para una sola mujer en caso de que su esposo se encuentre trabajando legalmente en el país. El intento de algunos inmigrantes procedentes de países africanos donde se practica la poligamia de burlar la legislación y obtener una misma identidad para dos mujeres no se debe tanto al convencimiento de esta práctica como a la enorme presión que ejercen los familiares que quedan en sus países para conseguir documentación legal para otras personas próximas al núcleo familiar.