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530.000 firmas piden por Internet que Amina no sea lapidada por adulterio

La página de Amnistía Internacional centraliza los miles de peticiones con las que se pretende que el Gobierno nigeriano absuelva a Amina Lawal. La presión internacional ya consiguió el indulto para una compatriota

Amina puede morir lapidada. Sólo quedan cuatro días para saber si el tribunal de la Sharia que debe juzgar por adulterio a la nigeriana Amina Lawal, de 30 años, finalmente la condenará. Los internautas lo pueden evitar: suscribiendo la carta dirigida al presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, que Amnistía Internacional ha colgado en su sitio en la red. Más de 530.000 personas ya la han firmado.

El pasado mes de marzo, su compatriota Safiya Husseini evitó la muerte gracias a la presión de la comunidad internacional. Fueron miles las cartas que llegaron vía Int...

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Amina puede morir lapidada. Sólo quedan cuatro días para saber si el tribunal de la Sharia que debe juzgar por adulterio a la nigeriana Amina Lawal, de 30 años, finalmente la condenará. Los internautas lo pueden evitar: suscribiendo la carta dirigida al presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, que Amnistía Internacional ha colgado en su sitio en la red. Más de 530.000 personas ya la han firmado.

El pasado mes de marzo, su compatriota Safiya Husseini evitó la muerte gracias a la presión de la comunidad internacional. Fueron miles las cartas que llegaron vía Internet.

La condena de Amina se hizo pública tan sólo tres días después de que Sayifa fuera exculpada. Desde que fue sentenciada a muerte, el pasado 22 de marzo por el tribunal de la Sharia de Bakori, en el Estado de Katsina (Nigeria), sus abogados han tratado de apelar para que se celebre otro juicio. Las alegaciones contra el dictamen han sido vistas por el tribunal, que dará a conocer la sentencia el próximo lunes 19 de agosto.

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A Amina se la acusa de mantener relaciones sexuales estando divorciada. Para el tribunal su pequeña hija es una prueba irrefutable de ello. Aunque Nigeria forma parte de diversas organizaciones de apoyo a los Derechos Humanos, en 12 estados del norte del país todavía se utiliza un código penal muy discriminatorio: mientras el embarazo es una prueba absoluta para condenar a una mujer, la declaración de un hombre negando el acto es suficiente para no ser acusado.

Son miles las páginas -Google da más de 2.500- que hablan sobre el caso de Amina Lawal. La mayoría denuncian la discriminación que existe en muchos países donde las mujeres son tratadas como animales. Todas incluyen enlances a la página de Amnistía Internacional, que centraliza las peticiones de indulto.

También las páginas islámicas critican la situación. En webislam.com leemos: 'En el mundo musulmán ha habido voces cualificadas contra lo sucedido en Nigeria, pero no han tenido eco en Occidente. Son insuficientes. Era de esperar una crítica mucho más dura y contundente', protestan en la editorial de esta revista electrónica.

Los foros también van llenos de mensajes de protesta. Por ejemplo el de Hermano Lobo, que propugna 'un boicot internacional' contra los países con sistemas legales donde se impongan castigos que vulnerem los derechos humanos.

Otros internautas no tienen claro que con cartas individuales de repulsa se solucione el problema: 'Con Safiya se centraron en el caso concreto, ¡gran error! Hay que ir a la raíz'. 'Mientras no se luche para cambiar la ley habrá más condenas todos los meses', dice un posteador.

La ONU sitúa a Nigeria a la cola en su informe mundial sobre el índice de desarrollo humano (2001). Analfabetismo (348%) y pobreza son la causa de que la mayor parte de la población desconozca las leyes o tenga acceso a un juicio justo.

Sólo una interpretación extremista del Corán convierte el adulterio en delito castigado con lapidación o latigazos. En Nigeria hay otras tres personas condenadas a penas similares por mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Son Adama Yunusa, Bariya Ibrahima y Yunusa Rafin Chiyawa, el único hombre.

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