La conmemoración de los Juegos
El pasado 25 de julio se conmemoró en Barcelona la inauguración de los Juegos del 92, que supusieron un decisivo impulso para Barcelona, un mayor conocimiento de Cataluña y un éxito de organización del que España también salió beneficiada.
El Canal Español Internacional (me remito a él porque estas semanas me encuentro fuera de España), por una decisión que aplaudo, retransmitió la sencilla pero emotiva fiesta que recordaba los diez años de aquello.
Querría, sin embargo, hacer una crítica muy concreta de esa retransmisión: como parte del acto, tomaron la palabra el presidente de ...
El pasado 25 de julio se conmemoró en Barcelona la inauguración de los Juegos del 92, que supusieron un decisivo impulso para Barcelona, un mayor conocimiento de Cataluña y un éxito de organización del que España también salió beneficiada.
El Canal Español Internacional (me remito a él porque estas semanas me encuentro fuera de España), por una decisión que aplaudo, retransmitió la sencilla pero emotiva fiesta que recordaba los diez años de aquello.
Querría, sin embargo, hacer una crítica muy concreta de esa retransmisión: como parte del acto, tomaron la palabra el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos; lo hicieron en catalán, como contrapunto al relato en castellano que, por megafonía, nos iba regalando la voz grabada de Constantino Romero. En sendos parlamentos, los citados intervinientes se refirieron en cierta ocasión a los 'ciudadanos de Cataluña; pues bien, seguro que a ningún catalanohablante (bilingüe) se le escapó que, como por arte de magia, el locutor de TVE omitió, me temo que deliberadamente (puesto que hasta entonces la traducción simultánea había sido bastante correcta), el complemento 'de Cataluña', traduciendo la citada expresión con un simple 'ciudadanos'.
Sinceramente, me dolió en el alma, y también provocó que, de nuevo, pensara que no somos nosotros, los catalanes, los que renegamos de nuestra españolidad, sino que son algunos españoles (ojalá no sea una mayoría) los que, por causas que quizás nunca alcanzaré a comprender, nos niegan la posibilidad de ser españoles desde Cataluña. ¿Acabará algún día esto?-