El 6% de los menores que hacen 'botellón' ha tenido que ir a urgencias

Un estudio señala que muchos adolescentes mezclan alcohol con otras drogas

Al menos el 25% de los 350.000 adolescentes de entre 14 y 17 años de la región ha participado en botellones, según un estudio de los colegios oficiales de Psicólogos, Médicos y Sociólogos madrileños. De ellos, el 89% (unos 80.000 menores) bebe en la calle con frecuencia, y el 6,1% admite que ha necesitado alguna vez asistencia médica de urgencia por sufrir intoxicación etílica. Casi la mitad afirma que combina el alcohol con el hachís.

Los autores del informe Conducta de las personas participantes en el fenómeno del 'botellón' reconocen que les habría ...

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Al menos el 25% de los 350.000 adolescentes de entre 14 y 17 años de la región ha participado en botellones, según un estudio de los colegios oficiales de Psicólogos, Médicos y Sociólogos madrileños. De ellos, el 89% (unos 80.000 menores) bebe en la calle con frecuencia, y el 6,1% admite que ha necesitado alguna vez asistencia médica de urgencia por sufrir intoxicación etílica. Casi la mitad afirma que combina el alcohol con el hachís.

Los autores del informe Conducta de las personas participantes en el fenómeno del 'botellón' reconocen que les habría gustado que los legisladores madrileños hubieran contado con su trabajo antes de elaborar la ley antibotellón, que entró en vigor el lunes pasado. Pese a ello, confían en que sus conclusiones 'ayuden a comprender y combatir mejor este fenómeno', según declararon ayer.

El trabajo se realizó durante los dos primeros fines de semana del pasado marzo, y ha consistido en 424 entrevistas a adolescentes menores de edad que estaban de botellón en 50 zonas de la capital (en los barrios de Aluche, Carabanchel, Puente de Vallecas, Argüelles, Moncloa, Alonso Martínez, Malasaña, Hortaleza, Huertas y Ventas) y de los municipios de Alcorcón, Leganés, Getafe, Boadilla del Monte, Pozuelo de Alarcón y Rivas-Vaciamadrid. El informe ha sido financiado por Caja Madrid y el Defensor del Menor de la Comunidad.

Divertirse y hablar

Los investigadores concluyen que, de los adolescentes que se juntan en la calle, el 95% lo hace para practicar botellón (beber alcohol en grupo). Ésta es una de las causas principales que exponen los jóvenes para reunirse. Otras son 'divertirse' y 'poder hablar más tranquilamente'.

La bebida más frecuente es el calimocho (vino con cola), seguido por la cerveza y los combinados. Según el vocal del Colegio de Médicos, Darío Fernández, estas pautas de consumo obedecen a que 'el calimocho, que se hace con vino envasado en cartón y de alta graduación, es el más barato'. Además, los jóvenes 'beben compulsivamente' y, en más de un 42% de los casos, con el estómago vacío, lo que aumenta el efecto del alcohol. Por eso, 'en una hora o poco más ya les está haciendo efecto', según Fernández.

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La mayoría de los adolescentes supera la 'zona de riesgo' de la borrachera (0,5 gramos de alcohol por litro de sangre). A partir de esta cantidad se produce una sensación de bienestar y desinhibición, y disminuyen los reflejos y la coordinación. Luego siguen la agresividad y la alteración de los movimientos finos, hasta llegar a la somnolencia, las taquicardias y el coma. Los mayores y los que toman combinados consumen más alcohol (ver gráfico).

Además de las intoxicaciones, el 70% de los jóvenes reconoce que ha tenido otros problemas por el botellón. Entre éstos citan riñas, peleas, discusiones con familiares, pareja y amigos, retenciones policiales, destrozo de mobiliario urbano y prácticas sexuales de riesgo.

Otra de las conclusiones del estudio es que 'los adolescentes que van de botellón mezclan alcohol con otras drogas, sobre todo con tabaco y hachís', según el vocal del Colegio de Psicólogos, José Antonio Aranda. La cantidad y frecuencia de consumo de estas dos sustancias (que llegan al 50% de los casos) y de las drogas de síntesis y la cocaína aumenta con la edad.

La gran mayoría de los jóvenes que van de botellón son estudiantes que viven con sus familias. El representante del Colegio de Sociólogos, Lorenzo Navarrete, explicó que el número de borracheras está directamente relacionado con un mayor fracaso escolar y con más problemas en la familia. 'Y ello pese a que, en general, los padres de estos adolescentes son bastante tolerantes, sobre todo con el alcohol', añadió Aranda.

Los adolescentes son, en su mayoría, de familias de clase 'media y media alta'. Disponen de unos 17 euros a la semana, de los que gastan seis en el botellón. Precisamente una de las medidas que los especialistas proponen para combatir el abuso del consumo de alcohol es que los padres no sólo pregunten a sus hijos en qué se van a gastar la paga antes de dársela, sino que controlen después qué han hecho con ella realmente.

Los encuestadores también preguntaron a los adolescentes qué propondrían ellos para disminuir el botellón. Los expertos resaltaron que uno de cada cuatro jóvenes sugiere que haya 'más control familiar'. En cambio, un 'preocupante' 32% afirma que 'no ve alternativa', según expuso Navarrete.

Este porcentaje que no ve otras opciones al botellón es el que más preocupa a los autores del estudio. Sobre todo después de que el Gobierno regional haya prohibido el consumo de alcohol en la calle. 'El botellón es un hábito, y no se puede solucionar por ley', afirmó el representante de los médicos. 'Exige una respuesta multidisciplinar, no basta la información', agregó Fernández.

Los otros expertos criticaron, sobre todo, el carácter 'punitivo' de la nueva norma. 'Este punto de la ley no se ha trabajado bien', declaró Navarrete. En cambio, 'impedir el acceso al alcohol se corresponde bastante con las recomendaciones del informe', señalaron.

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