VOCACIÓN POR EL ESTUDIO DEL MAR
El famoso oceanógrafo suizo Jacques Piccard, que mañana cumple 80 años, no ha perdido un ápice de su interés por el estudio y la protección de los mares y lagos del planeta, a la que ha dedicado una fundación en la localidad suiza de Cully, junto al lago Leman. Piccard ayudó a su padre, el físico Auguste Piccard, en la construcción del batiscafo Trieste. Patriarca de una familia de científicos y aventureros, Auguste fue el primer hombre que consiguió subir a 16.940 metros de altitud a bordo de un globo con cabina hermética. A bordo del Trieste, Jacques descendió el ...
El famoso oceanógrafo suizo Jacques Piccard, que mañana cumple 80 años, no ha perdido un ápice de su interés por el estudio y la protección de los mares y lagos del planeta, a la que ha dedicado una fundación en la localidad suiza de Cully, junto al lago Leman. Piccard ayudó a su padre, el físico Auguste Piccard, en la construcción del batiscafo Trieste. Patriarca de una familia de científicos y aventureros, Auguste fue el primer hombre que consiguió subir a 16.940 metros de altitud a bordo de un globo con cabina hermética. A bordo del Trieste, Jacques descendió el 23 de enero de 1960, junto al estadounidense Don Walsh, a 10.916 metros de profundidad en la fosa del archipiélago de las Marianas, en el Pacífico occidental, récord que nadie ha podido superar hasta ahora. En 1969 dirigió una expedición a bordo del mesoscafo Ben-Franklin, que, con seis personas a bordo, fue arrastrado durante treinta días por la corriente del Golfo, recorriendo tres mil kilómetros entre Florida y Nueva Escocia. Uno de sus sumergibles, el Forel ha servido a los científicos para estudiar las profundidades de varios lagos europeos. Su hijo, Bertrand Piccard, ha seguido las huellas aventureras de la familia y, en 1999, él y el británico Brian Jones se convirtieron en los primeros en dar la vuelta al mundo en un globo aerostático sin escalas, hazaña repetida este año por Steve Fossett.