Crónica:LA VENTANA DE MILLÁS

El sexo y la cloaca

Propusimos a los oyentes que hablaran de sus vecinos reales o imaginarios y no encontramos resistencia alguna. El asunto dio tanto de sí que hubo que prolongarlo durante dos semanas. Llegaron historias reales y realistas, fantasiosas y fantásticas, locas y locales. Muchos oyentes, obsesionados con la simetría, contaban lo desconcertante que es entrar en la casa del vecino, en la que todo está al revés que en la propia, pese a que una y otra son idénticas. Hablamos de la imagen del espejo, que tiene la mano izquierda en el lugar del cuerpo en el que nosotros tenemos la derecha, y nos preguntamo...

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Propusimos a los oyentes que hablaran de sus vecinos reales o imaginarios y no encontramos resistencia alguna. El asunto dio tanto de sí que hubo que prolongarlo durante dos semanas. Llegaron historias reales y realistas, fantasiosas y fantásticas, locas y locales. Muchos oyentes, obsesionados con la simetría, contaban lo desconcertante que es entrar en la casa del vecino, en la que todo está al revés que en la propia, pese a que una y otra son idénticas. Hablamos de la imagen del espejo, que tiene la mano izquierda en el lugar del cuerpo en el que nosotros tenemos la derecha, y nos preguntamos por qué el azogue no nos pone boca abajo también. Una oyente, Olivia Hussein, explicó que las viviendas están dispuestas en espejo para economizar materiales, pues de ese modo pueden compartir las subidas y las bajadas de agua, gas, etc. 'Si las casas', añadía, 'tuvieran cada una el cuarto de baño o la cocina en un sitio distinto, no podrían compartir la acometida general. Por esta misma razón en el cuerpo están tan juntos el sexo y la cloaca. Dios podría haber colocado el aparato sexual en la espalda, que está completamente vacía, pero tenía que aprovechar la acometida general. Los arquitectos y Dios son víctimas de la economía'.

Le dimos la razón a Olivia Hussein, porque cuando alguien tiene la razón se la damos, aunque nos la tengamos que quitar de la boca, y a continuación leímos en antena los mejores cuentos de la semana. He aquí una selección de los más breves. La puerta, de Paramio, cuenta magistralmente la historia de un sujeto que cada vez que da un paso atraviesa la frontera entre el sueño y la realidad, aunque nunca sabe cuándo está en un sitio y cuándo en otro. El portal de los sueños, de Jana, relata un crimen real que nunca sucedió. El de Belén Álvarez Espada, Mi cama, refiere un suceso paranormal que sin embargo nos ha sucedido a todos en alguna ocasión. Mi vecino amable, de Samuel Fontana relata en un tono ingenuo un acontecimiento terrible, aunque lo peor, afortunadamente, sucede fuera del texto. El señor animado, de Enric Vilella Martí, es un cuento absurdo sobre el que no fuimos capaces de dilucidar si era bueno o malo. Juzguen ustedes.

PD. Correo ordinario. Cadena SER (a la atención de Juan José Millás). Gran Vía, 32. 28013 Madrid. Internet. www.cadenaser.com. Una vez dentro de la página web hay que pinchar en La ventana y, en La ventana, La ventana de Millás.

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