Entrevista:IÑAKI SÁEZ | Seleccionador de España | Mundial 2002 | Crisis en el banquillo de España

'Creo que soy necesario'

Iñaki Sáez fue un extremo listo que se reconvirtió en el Athletic en lateral de largo recorrido. Le llamaban Jaburu y tanto prendió el apodo que así se llaman sus tiendas de muebles en Vizcaya. Fue internacional y jugador casi incombustible en el club bilbaíno, en el que siguió como responsable de la cantera rojiblanca y apagafuegos oficial del club en los momentos difíciles. Ahí se doctoró en gestión de dificultades (la sucesion de Clemente, por ejemplo) con la vieja máxima de naturalizar las crisis y reducirlas a su terreno habitual. Tras un breve paso como secretario técnico del Las ...

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Iñaki Sáez fue un extremo listo que se reconvirtió en el Athletic en lateral de largo recorrido. Le llamaban Jaburu y tanto prendió el apodo que así se llaman sus tiendas de muebles en Vizcaya. Fue internacional y jugador casi incombustible en el club bilbaíno, en el que siguió como responsable de la cantera rojiblanca y apagafuegos oficial del club en los momentos difíciles. Ahí se doctoró en gestión de dificultades (la sucesion de Clemente, por ejemplo) con la vieja máxima de naturalizar las crisis y reducirlas a su terreno habitual. Tras un breve paso como secretario técnico del Las Palmas, Sáez llegó de puntillas a la Federación, de la mano de Clemente, y se ha ido haciendo un hueco como responsable de las categorías inferiores. Conocimiento, tacto, mano izquierda han sido sus argumentos. Ahora tiene el reto de volver a ponerse en el disparadero. En primera fila.

'Faltan centrales y laterales; es un problema general del fútbol español'
'Lo bueno es que muchos me conocen y piensan que soy un entrenador con suerte'
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Pregunta. ¿Se siente un seleccionador interino?

Respuesta. La Federación, vistas las circunstancias, ha creído que soy la persona indicada en este momento. La Junta Directiva tiene que reunirse el próximo día 11 para ratificar la decisión del presidente. La Federación tenía que tomar una determinación rápida y desde siempre han tenido la impresión de que si ocurría una cosa así apostarían por un hombre de la casa que conoce el fútbol y las cuestiones que se derivan de este cargo. Yo llevo seis años trabajando en la Federación y los éxitos ahí están. Pero los éxitos anteriores no garantizan nada. Luego necesitas una pizca de suerte para refrendar lo que has conseguido.

P. ¿Pero usted de verdad va a trabajar como si su nombramiento fuera definitivo?

R. De momento, voy a preparar este mes el campeonato de Europa sub-19, que es el único título que se nos ha resistido y en el que tenemos muchas esperanzas. Además, ahora tiene un valor añadido. Por ejemplo, me interesa ver cómo se comportan estos futbolistas sabiendo que soy el seleccionador nacional. Porque hay futbolistas muy interesantes como Reyes, del Sevilla, Fernando Torres, del Atlético, Murillo, del Athletic, y tantos otros. Hay que ver a estos futbolistas porque el relevo es obligado. Hay que otorgar una dosis de confianza a los jóvenes y trabajar sin prisas. En mi caso, lo bueno es que conozco su comportamiento en la gran competiciòn.

P. Conocido su currículum como formador de jóvenes talentos, a usted se le va a exigir una regeneración de una selección que ha ido perdiendo crédito en la misma medida que aumentaba sus expectativas.

R. He recibido ese encargo. Ésa es la apuesta de la Federación. Y la regeneración hay que hacerla ya, pero partiendo de un esqueleto que existe y que está formado por jugadores de calidad. Pero faltan jugadores en algunos puestos para armar el equipo en su totalidad. Lo bueno es que muchos futbolistas ya me conocen, que hemos compartido éxitos y que quizá hasta piensan que soy un entrenador con suerte. Eso también es importante.

P. ¿Qué le falta a esta selección para ser lo que parece que tiene que ser?

R. Eso es difícil de saber. Por lo que he visto en el Mundial, probablemente le ha faltado una pizca de suerte. Nosotros, cuando fuimos campeones del Mundo sub 20 en Nigeria, tuvimos una eliminatoria a penaltis con Ghana y la ganamos. Si hubiéramos perdido aquel partido en la lotería de los penaltis, no hubiéramos sido campeones. La distancia era enorme y en eso influye la suerte.

P. La selección no engancha con el entorno, más proclive a los clubes.

R. Es un tema en el que no he profundizado y tampoco sé cómo ha sido la convivencia en Corea, la actitud, etc. Eso sólo lo pueden saber los que han estado allí.

P. Quizá un factor de enganche sea la gente joven que pide paso en la selección. Por ejemplo, hay algunos nombres propios, como el de Fernando Torres, que están en boca de todo el mundo.

R. En estos casos, y la experiencia me lo ha ido enseñando, hay que caminar con tranquilidad. Necesitamos a todos los jugadores que tienen algo que decir en el fútbol, pero son chavales que tienen que cumplir su proceso de formación. No pueden estar saltando de un sitio a otro y algunos están haciendo los deberes para someterse al examen final. Otros ya han hecho los deberes a pesar de su juventud. Hay que saber manejarse en estas situaciones para sacar lo mejor de cada uno.

P. ¿Cuál es la tarea más urgente en la selección, de forma inmediata? Un asunto muy discutido ha sido la carencia de centrales en el fútbol español.

R. Efectivamente, faltan centrales y quizá algún lateral. Pero eso es un problema general del fútbol español. Por ejemplo, el Athletic, que ha sido una fábrica de centrales, ahora resulta que tiene problemas en esa demarcación. No hay muchos centrales, y algunos de los que hay pues se han pasado el año casi en blanco por distintos motivos. Ése es un asunto que hay que resolver para armar un equipo competitivo.

P. Con su experiencia, ningún reto puede darle miedo, pero quizá el hecho de ser seleccionador absoluto le provoque alguna preocupación.

R. Ni miedo, ni preocupación. La razón es muy sencilla. Me he dado cuenta de que todo mi entorno me apoya absolutamente, a tope. Y yo tengo la tranquilidad de conciencia de que en ningun momento he ido a por el puesto. Ambas cosas me dan mucha confianza. Confianza en mí mismo y confianza en los demás.

P. Cuando el presidente le propuso asumir el reto de la selección, ¿no tuvo ninguna duda sobre la conveniencia de aceptar un cargo que parecía destinado a otros entrenadores?

R. Acepté sin ningún género de dudas. Probablemente si me hubieran ofrecido esta posibiliudad hace cuatro años, incluso en el momento de los mayores éxítos con las categoría in feriores, no lo hubiera aceptado. Es probable que en ese caso hubiera dicho que no. Pero ahora creo que soy necesario en las circunstancias en las que se produce el nombramiento. Cuando fuimos campeones del mundo, hubiera dicho que no. Hay cosas que te enseña la vida. Por ejemplo, recordaba mi paso por el Athletic, donde sustituí a tres entrenadores e incluso conseguí clasificar al equipo para la competiciones europeas. Y resulta que cuando me dan la responsabilidad de dirigir al Athletic como primer responsable y desde el primer día, no acabo la temporada y soy destituido. Ahora la federación me ha dicho 'no queremos que te marches de aquí nunca. Dedícate a tope a tu puesto como seleccionador y si las cosas no salen por las razones que el fútbol tiene, te vuelves a tu trabajo habitual', que por otra parte es el que me ha producido más satisfacciones.

P. Su primera lista va a ser escrutada al detalle. Tanto si revoluciona la convocatoria como si opta por la continuidad

R. La selección siempre es complicada porque tiene 40 millones de seguidores y cada uno tiene su equipo y sus futbolistas. Por eso es un banquillo muy difícil y en el que además tienes muy pocos partidos para demostrar lo que planteas. Al final, sólo tienes unos ocho partidos. Yo sé que tengo un partido importante con Grecia, de clasificación para la Eurocopa, y que antes hay un partido amistoso en Hungría que es muy complicado. Se me va a analizar a tope, pero la gente debe saber que a estas alturas de la temporada la forma de los jugadores es distinta. Unos la cogen antes, otros después. Por eso hay que saber medir este tipo de circunstancias a la hora de elegir a los jugadores. Sin embargo, no se puede olvidar el impacto que producen estos partidos. Basta recordar el 4-0 frente a Alemania del verano pasado para darse cuenta....

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