Reportaje:turquía | Los semifinalistas: Alemania y Turquía | Mundial 2002

El turco que adora a Stephen King

Hasan Sas controla su fuerte temperamento y brilla en el torneo

'Hola, soy un futbolista del Galatasaray. Algunos me conocen, pero ya sé que los americanos no están muy interesados en el fútbol. Soy el mayor fan de Stephen King del mundo. Mis obras favoritas son Misery, Shining -Jack Nicholson estuvo perfecto- (...). Si King lee este mensaje, quiero que escriba un libro que se titule 'El Sin Diós', sobre un hombre que destruye todo lo que ve. Yo ya empecé, pero no pude. Necesito a alguien con quien discutirlo'. Éste fue el curioso correo electrónico que Hasan Sas le envió al escritor Stephen King el pasado 27 de abril.

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'Hola, soy un futbolista del Galatasaray. Algunos me conocen, pero ya sé que los americanos no están muy interesados en el fútbol. Soy el mayor fan de Stephen King del mundo. Mis obras favoritas son Misery, Shining -Jack Nicholson estuvo perfecto- (...). Si King lee este mensaje, quiero que escriba un libro que se titule 'El Sin Diós', sobre un hombre que destruye todo lo que ve. Yo ya empecé, pero no pude. Necesito a alguien con quien discutirlo'. Éste fue el curioso correo electrónico que Hasan Sas le envió al escritor Stephen King el pasado 27 de abril.

En la galería de futbolistas, algunos rompen todos los estereotipos. Hasan Sas es uno de ellos. Lector fervoroso de Stephen King, el interior izquierdo de Turquía, de 26 años, tiene un largo historial de conflictos. En siete años de carrera, la ha emprendido a golpes contra otros jugadores, funcionarios y directivos, además de estar seis meses sancionado por dar positivo en un control antidopaje en 1998.

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Ahora, sin embargo, el centrocampista turco actúa en el Mundial como una especie de monje zen, con esa cabeza completamente rapada: 'Tengo un carácter muy fuerte, no hay duda, pero en el Mundial intento que eso sólo aflore en mi juego'. Y lo está consiguiendo: sólo ha recibido dos tarjetas amarillas en cinco partidos. 'En los pronósticos sobre las tarjetas rojas, muchos habían apostado por mí como favorito, pero, por ahora, todo ha ido bien', dice Sas.

Suma dos goles en el torneo, ante Brasil y ante China, y empieza a ser considerado como una de las sensaciones de la Copa: un tipo rápido, regateador y que llega por sorpresa desde atrás. Es la última gran estrella que no ha salido todavía de Turquía. Aunque ya le lluevan las ofertas. 'No creo que encuentre en otro sitio la pasión que hay en el Sami Yen [el estadio del Galatasaray]', ha dicho Sas, pese a que el Newcastle asegura que ya lo tiene fichado.

El carácter de Sas es conocido hasta por los vidrieros de Estambul. En cierta ocasión, salió enfadado de un partido y destrozó a puñetazos el vestuario del Galatasaray. En otra, en la Liga de Campeones ante el Roma, llegó a las manos con el brasileño Lima en el túnel de vestuarios, el 20 de noviembre de 2001. Pero en su paso por la Champions también dejó grandes detalles: 12 partidos y goles frente al Milan y al Madrid. 'Soy consciente de que debo imponer los intereses del equipo a mis emociones', concluye el amansado Sas.

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