Reportaje:INICIATIVAS | Cenet Consulting

Planos del ruido

Universitarios de Granada realizan mapas acústicos de los municipios

El exceso de ruidos es un serio problema. Para poder ofrecer soluciones, es necesario conocer cuál es la situación en cada caso y la herramienta fundamental la constituyen los mapas acústicos, radiografías que dan la verdadera dimensión del problema e indican exactamente qué nivel de ruido se produce en un sitio y hora concretos. Muchas grandes ciudades tienen ya o, cuando menos, han comenzado la elaboración de esos mapas sonoros. Sin embargo, el presupuesto de las pequeñas localidades no permite por lo general derivar fondos para estas cuestiones. En Granada, un grupo de estudiantes universit...

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El exceso de ruidos es un serio problema. Para poder ofrecer soluciones, es necesario conocer cuál es la situación en cada caso y la herramienta fundamental la constituyen los mapas acústicos, radiografías que dan la verdadera dimensión del problema e indican exactamente qué nivel de ruido se produce en un sitio y hora concretos. Muchas grandes ciudades tienen ya o, cuando menos, han comenzado la elaboración de esos mapas sonoros. Sin embargo, el presupuesto de las pequeñas localidades no permite por lo general derivar fondos para estas cuestiones. En Granada, un grupo de estudiantes universitarios, formado por alumnos de diversas facultades y agrupados en torno a una empresa sin ánimo de lucro denominada Cenet Consulting, ha realizado los mapas acústicos de las localidades granadinas de Las Gabias y Huétor Vega. El precio, casi irrisorio: por debajo de los 6.000 euros.

El trabajo de estos estudiantes no acaba con la realización de los mapas acústicos de la población en cuestión con los que determinar dónde se sobrepasa el nivel de ruido aceptable; los informes de estos alumnos incluyen una propuesta de soluciones. A partir de ahí, son los clientes, hasta ahora ayuntamientos, quienes tienen que poner su empeño en acabar con el ruido sobrante.

La ejecución de un mapa sonoro es una tarea que lleva su tiempo. Según indica José Antonio Quirós, estudiante de último curso de ingeniería química y presidente de Cenet Consulting, hay dos maneras de ejecutarlas. Se puede hacer una simulación por ordenador recreando todas las condiciones del sitio a medir o se realizan mediciones in situ durante un periodo de tiempo determinado y a horas previstas, de acuerdo a un protocolo existente. Esta segunda opción es la que realizan estos estudiantes.

En el caso, por ejemplo, de la realización del mapa acústico de Huétor Vega, una localidad granadina de algo más de 9.000 habitantes a cuatro kilómetros de la capital, la campaña duró casi tres meses. Se escogieron 170 puntos de medida y, durante ese tiempo, un grupo de 12 estudiantes tomaron dos mediciones diarias por la mañana y otras dos por la tarde. Las matinales duraban 10 minutos y las vespertinas 15. Luego, todo ese material volcado en el programa informático adecuado dio lugar al mapa sonoro que se presentó al Ayuntamiento. En este mapa dejaron al descubierto las zonas de saturación acústica y, para ellas, el grupo de Quirós, coordinado por el departamento de Física Aplicada de la Universidad de Granada, ofreció una propuesta de soluciones. Tras este trabajo en Huétor Vega, los estudiantes trasladaron sus bártulos a Las Gabias, a ocho kilómetros de Granada y con 8.851 habitantes. Los resultados, aproximadamente los mismos.

Quirós explica que la rebaja de los ruidos pasa por limitar a un solo sentido la circulación de vehículos, prohibir el tráfico de camiones o, a veces, tan sólo conseguir que alcantarillas y otros mobiliarios urbanos tengan una mejor estanqueidad y no vibren. Aún así, reconoce, hay lugares en los que poco se puede hacer sin tomar medidas drásticas.

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Entre los últimos trabajos de Cenet Consulting, realizado hace apenas 15 días, está una campaña de medida de los niveles acústicos en algunas casetas de la Feria de Primavera de Antequera (Málaga). Un trabajo peculiar en el que, cualquiera que haya estado en una feria puede imaginar, los resultados estaban cantados de antemano: el nivel sonoro máximo propuesto por el Ayuntamiento como aceptable (80 decibelios) se ha sobrepasado casi permanentemente.

Aunque quizá esos 80 decibelios eran demasiado conservadores, cuenta Quirós, para un acto de este tipo, la prueba de este año servirá para que en próximas ediciones de esta feria, el Ayuntamiento establezca un umbral sonoro máximo más ajustado a lo posible y las casetas se ajusten más a esa normativa.

La lista

Más de la mitad de la población europea vive, según la Organización Mundial de la Salud, en lugares contaminados acústicamente, es decir, con un exceso de ruidos. En Andalucía, la Consejería de Medio Ambiente ofrece en su página web un listado de las ciudades con más de 50.000 habitantes y del nivel de ruido que soportan, o soportaban, ya que los últimos datos disponibles son de 1998. Hay, en cualquier caso, pocas esperanzas de que los ruidos hayan ido a menos. Según el listado de Medio Ambiente, La Línea de la Concepción (Cádiz) es la ciudad más ruidosa de Andalucía, tanto durante el día como durante la noche. A continuación, los ciudadanos de Granada y Córdoba son los que más ruido tienen que soportar. En el extremo opuesto, y aunque por cuatro escasos puntos porcentuales de diferencia, Dos Hermanas en Sevilla y Linares en Jaén son las ciudades con más de 50.000 habitantes menos contaminadas por ruido. En una división por áreas, son las zonas comerciales y las de transporte donde más ruido tienen que sufrir los ciudadanos durante el día. Por la noche, como es fácil de imaginar, la estadística coincide con quienes no pueden conciliar el sueño por botellones y cosas por el estilo: las zonas de ocio son las más ruidosas.

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