Opinión | Mundial 2002 | Cuartos de final: España-Corea del Sur

España está advertida

Corea del Sur es un equipo asombroso. ¡Qué alegría da ver jugar a este equipo con toda su espontaneidad! Aporta una frescura extraordinaria al universo del fútbol internacional. Con toda sinceridad, no me imaginaba que Corea lograse estos resultados y apostaba más por las posibilidades de Japón en esta competición. La fuerza de la selección surcoreana descansa en ese espíritu de grupo indestructible, sólido y homogéneo que, a medida que avanza la competición, toma conciencia de sus posibilidades. Una solidaridad sin grietas que es un deleite para todos los entrenadores. Todos están, en el esf...

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Corea del Sur es un equipo asombroso. ¡Qué alegría da ver jugar a este equipo con toda su espontaneidad! Aporta una frescura extraordinaria al universo del fútbol internacional. Con toda sinceridad, no me imaginaba que Corea lograse estos resultados y apostaba más por las posibilidades de Japón en esta competición. La fuerza de la selección surcoreana descansa en ese espíritu de grupo indestructible, sólido y homogéneo que, a medida que avanza la competición, toma conciencia de sus posibilidades. Una solidaridad sin grietas que es un deleite para todos los entrenadores. Todos están, en el esfuerzo, a disposición de sus compañeros. No puedo sino admirar el talento de este equipo que ha progresado enormemente. La máquina está en marcha y va a ser difícil pararla. Sobre todo porque en este equipo no se advierte ningún punto débil. Tácticamente, Guus Hiddink ha sabido sacar perfectamente las lecciones de los tres primeros partidos de su equipo y retocar su formación.

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Los jugadores coreanos, en constante movimiento, utilizan en ocasiones toda la extensión del campo. El nivel de juego desarrollado por los coreanos es de una gran riqueza. Técnicamente, son unos jugadores enormemente hábiles que realizan los gestos necesarios, siempre pensando en el conjunto. Al revés de lo que ocurre, por ejemplo, con los brasileños, sus regates son realistas, pragmáticos y permiten al equipo avanzar. Al sentirse confiados, los jugadores hacen gala de una mayor audacia cada vez y se muestran más atrevidos. Por último, este equipo es sorprendente por su presencia física. La preparación parece dar sus frutos y el nivel de frescura mostrado es asombroso. La potencia atlética, todo energía, es extraordinaria.

Los españoles tienen motivos para estar preocupados. Contarán con su pareja ofensiva formada por Raúl y Morientes. Pero la defensa coreana demostró frente a los italianos Vieri y Del Piero que tenía argumentos para responder. Además, pienso que los rápidos delanteros coreanos pueden desestabilizar a la pesada defensa española. Camacho debería reforzar su centro del campo ya que, frente a los coreanos, los ataques vendrán de todas partes. España está advertida. Italia también lo estaba.

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