Deutsche Telekom entra en crisis al caer por debajo de los 10 euros

Los más de dos millones de pequeños accionistas de Deutsche Telekom, la compañía que en 1996 abrió la era del capitalismo popular en Alemania con su salida a Bolsa, encajaron ayer un nuevo golpe: las acciones de la mayor empresa de telecomunicaciones de Europa por vez primera cayeron por debajo de los 10 euros, hasta los 9,82 euros en el cierre de la Bolsa de Francfort. Hace seis años, el precio de colocación de estas acciones fue de 28,50 marcos, 14,57 euros. 'Entre los inversores ha cundido el pánico', constató un operador de mercado.

La frenética jornada de ayer vuelve ...

Los más de dos millones de pequeños accionistas de Deutsche Telekom, la compañía que en 1996 abrió la era del capitalismo popular en Alemania con su salida a Bolsa, encajaron ayer un nuevo golpe: las acciones de la mayor empresa de telecomunicaciones de Europa por vez primera cayeron por debajo de los 10 euros, hasta los 9,82 euros en el cierre de la Bolsa de Francfort. Hace seis años, el precio de colocación de estas acciones fue de 28,50 marcos, 14,57 euros. 'Entre los inversores ha cundido el pánico', constató un operador de mercado.

La frenética jornada de ayer vuelve a elevar la presión sobre Ron Sommer, presidente de la compañía, que ya en una reciente junta de accionistas fue violentamente criticado no sólo por su estrategia empresarial de apostar por la expansión internacional y la nueva generación de telefonía móvil (UMTS), sino también por haberse dejado autorizar por el consejo de vigilancia de Deutsche Telekom un aumento del 89% en los sueldos del consejo directivo.

La compañía arrastra deudas por unos formidables 67.000 millones de euros y en 2001 registró pérdidas netas por 3.500 millones de euros. Debido a los altos costes de amortización de sus múltiples inversiones, las perspectivas financieras no se aclararán a corto plazo. En el presente ejercicio, de hecho, las pérdidas netas podrían elevarse a 5.500 millones de euros, según ha advertido ya un consejero de la compañía, que, asimismo, recortó drásticamente, de 62 a 37 céntimos, los dividendos correspondientes al año 2001.

Aunque la mayoría de los expertos coincide en que, a estas alturas, no hay mayores alternativas a la gestión de Sommer, tampoco se descarta que, de seguir desplomándose la cotización, este directivo se convierta en chivo expiatorio. El mayor accionista de Deutsche Telekom sigue siendo el Estado alemán, con un 43% de las acciones.