Reportaje:LA HUELGA GENERAL DEL 20-J

'Ejemplos' de oferta adecuada

El Inem ofrece a un encofrador trabajar de soldador y envía a una cocinera a Alcalá-Meco

El Inem se ha dado prisa en poner en marcha la reforma del desempleo que recoge el decretazo. P. A. V. G., una cocinera madrileña que perdió su empleo el pasado 30 de abril y que tenía derecho a seis meses de prestación contributiva, recibió el pasado 3 de junio una carta del Inem en la que este servicio público de empleo la citaba para 'poder gestionar su incorporación' a un nuevo puesto de trabajo. En la misiva, el Inem anunciaba a la cocinera en paro que si no acudía a la cita 'perdería los derechos derivados de su inscripción como demandante'. Además, le advertía de que, de no acudi...

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El Inem se ha dado prisa en poner en marcha la reforma del desempleo que recoge el decretazo. P. A. V. G., una cocinera madrileña que perdió su empleo el pasado 30 de abril y que tenía derecho a seis meses de prestación contributiva, recibió el pasado 3 de junio una carta del Inem en la que este servicio público de empleo la citaba para 'poder gestionar su incorporación' a un nuevo puesto de trabajo. En la misiva, el Inem anunciaba a la cocinera en paro que si no acudía a la cita 'perdería los derechos derivados de su inscripción como demandante'. Además, le advertía de que, de no acudir a esa cita, sería sancionada con 'la pérdida de un mes de prestación o de todo el derecho'.

La cocinera acudió este miércoles a la cita del Inem y allí le dijeron que su oferta adecuada de empleo es un trabajo como cocinera en la cárcel militar de Alcalá-Meco, que dista algo menos de 30 kilómetros de Madrid. Su horario de trabajo comenzará a las 8.30 y concluirá a las 20.30, y la duración del contrato es de '15 días improrrogables'. El salario ofrecido por el Inem es de 814,74 euros.

Está citada en la cárcel el próximo miércoles para una entrevista. Vive en el barrio del Pilar, al norte de Madrid, y le han dicho que hay unos autocares que salen de la avenida de América, el arranque de la N-II, al este de la ciudad. Esta cocinera en paro teme que el viaje le cueste, entre metro y autocar, unas dos horas por trayecto, lo que transformaría las 12 horas de jornada en 16.

Más difícil lo tiene J. L., encofrador en paro desde hace dos meses. Trabajaba en Jotsa, una empresa de construcción, como oficial de primera encofrador, y, además de construir vigas, también tenía experiencia en montar andamios metálicos en la calle. El pasado 3 de junio recibió una carta del Inem en la que le comunicaban que le habían encontrado un empleo adecuado en Velilla de San Antonio, una localidad madrileña cercana a Coslada, que es donde vive. El problema es que cuando llegó a la empresa le dijeron que esperaban a un soldador y no necesitaban encofrador alguno. El parado contestó que soldar no sabe, pero que puede levantar andamios metálicos. Le empresa le devolvió al Inem con la siguiente nota manuscrita: 'El señor que se presenta es encofrador. ¿También tiene obligación de aceptar el trabajo, según la reforma?'.

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