Columna

Contra el conformismo

La comodidad del jugador. Uno de los problemas tradicionales que encierra un Mundial es el conformismo con el que acostumbran a llegar los futbolistas. Con acudir, con estar, se sienten satisfechos, que ya han cumplido. Pero este torneo exige más compromiso. Estoy seguro de que es el aspecto sobre el que más ha trabajado Camacho con sus jugadores. Convencerles de que no van a divertirse como simples convidados.

Camacho, la persona. Todo naturalidad y por eso se hace querer. Discrepa porque es su estilo. Pero todo lo que sale de él es espontáneo, aunque le perjudique. Buen ...

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La comodidad del jugador. Uno de los problemas tradicionales que encierra un Mundial es el conformismo con el que acostumbran a llegar los futbolistas. Con acudir, con estar, se sienten satisfechos, que ya han cumplido. Pero este torneo exige más compromiso. Estoy seguro de que es el aspecto sobre el que más ha trabajado Camacho con sus jugadores. Convencerles de que no van a divertirse como simples convidados.

Camacho, la persona. Todo naturalidad y por eso se hace querer. Discrepa porque es su estilo. Pero todo lo que sale de él es espontáneo, aunque le perjudique. Buen tipo, con un corazón enorme y muy afectuoso con el jugador. Se preocupa de unir. No tiene recovecos. Claro, aquí no soy objetivo.

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Camacho, el entrenador. Desde que ha llegado a la selección ha implantado un estilo reconocible, una forma concreta de juego. Pero, por encima de los sistemas, y él parte de un 4-4-2 en zona, están las características de los jugadores. Camacho no duda de su modelo, le introduce correcciones: su obsesión ahora es hacer congeniar a Raúl y Valerón con el punta. También podría variar el dibujo en función del rival: no me extrañaría ver a Puyol fuera de su zona para marcar a algún rival determinado. Y en función de la propia competición podría incorporar alguna que otra variante. Pero su estilo es siempre el mismo.

Acercamiento. Decía el otro día Alfredo Relaño en As que lo mejor que tiene el fútbol es que casi nada de lo que se piensa de antemano termina ocurriendo tal cual. Y es verdad. Pero creo que el Mundial va a desarrollar el acercamiento que existe entre las grandes selecciones y las aparentemente anónimas. No hay tantas diferencias. Suena a tópico, pero cada vez es más verdad. Camerún, Senegal, Nigeria, incluso Túnez... También los anfitriones: no van a ganar el Mundial, pero van a resultar incómodos. Su espíritu de disciplina, su agresividad, la emoción del público... Valores que les van a hacer fuertes. Todo va a estar muy ajustado.

Brasil. Mi favorito. Brasil es el fútbol. No he visto mejores centrales que los suyos, laterales enormes, medios centros fabulosos tipo Dunga. Y, claro, los brillantes de toda la vida. Rivaldo y Ronaldo. Y esta vez sorprenderán gratamente Edilson y Ronaldinho.

Árbitros. Tengo curiosidad por ver cómo cumplen la vigilancia prometida a las simulaciones de los jugadores.

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