El guardia civil tiroteado por un escolta declara que disparó tras ser herido

No recuerda haber alcanzado al guardaespaldas, quien falleció

El guardia civil que resultó gravemente herido en un tiroteo con un escolta que le confundió con un terrorista el pasado 2 de abril en San Sebastián, ha declarado al instructor que comenzó a disparar tras recibir un impacto de bala en una pierna. A consecuencia del tiroteo, falleció Joseba Urdaniz, el escolta de la concejal socialista de Lezo Ainhoa Villanúa, mientras que el agente resultó herido en una pierna.

En su declaración, realizada en el mismo Hospital Donostia ante el instructor del Cuerpo Nacional de Policía, a la que tuvo acceso la agencia Efe, el agente herido, R.G.R., sosti...

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El guardia civil que resultó gravemente herido en un tiroteo con un escolta que le confundió con un terrorista el pasado 2 de abril en San Sebastián, ha declarado al instructor que comenzó a disparar tras recibir un impacto de bala en una pierna. A consecuencia del tiroteo, falleció Joseba Urdaniz, el escolta de la concejal socialista de Lezo Ainhoa Villanúa, mientras que el agente resultó herido en una pierna.

En su declaración, realizada en el mismo Hospital Donostia ante el instructor del Cuerpo Nacional de Policía, a la que tuvo acceso la agencia Efe, el agente herido, R.G.R., sostiene que, al iniciarse el tiroteo, no llevaba su arma en la mano y sólo la desenfundó cuando observó que Urdaniz portaba una pistola y después de haber gritado 'Guardia Civil' con el objeto de identificarse.

En el momento del incidente que concluyó con la muerte del escolta, el agente herido estaba participando junto con otros cinco guardias civiles en un dispositivo montado para detener a un grupo de atracadores que presuntamente iban a robar en una sucursal de la Kutxa en el Paseo de Larratxo.

Según ha testificado el herido, él observó en primer lugar a Joseba Urdaniz con el arma en la mano, se identificó como agente del instituto armado, desenfundó su arma y notó 'al momento, algo que le impacta en la pierna', por lo que se refugió 'tras un vehículo estacionado a pocos metros de donde se encontraba'. En ese momento notó 'el estallido de los cristales del coche tras el que se ocultaba' y fue entonces cuando comenzó a 'repeler la agresión', aunque no recuerda haber alcanzado al escolta, sino que efectuó los disparos 'instintivamente'.

Trayectoria de la bala

R.G.R. agrega en su testimonio que, instantes antes del tiroteo, mientras corría en auxilio de otro agente que forcejeaba con un presunto atracador, tampoco llevaba la pistola en la mano, y que en su carrera tuvo que pararse para coger una caja de munición que se le cayó al suelo.

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Este testimonio es contradictorio con el efectuado por un testigo que observó la escena desde un balcón y que declaró a la Policía que Urdaniz resultó herido en primer lugar y después alcanzó en la pierna al guardia civil.

La edil socialista Ainhoa Villanúa, quien se encontraba en la calle junto a Urdaniz durante el tiroteo, declaró a la juez instructora que no escuchó a nadie 'que se identificara como guardia civil' y que antes de los disparos vio que se dirigía hacia ella y su guardaespaldas una persona vestida con chandal verde con una pistola en la mano que 'en ningún momento se identificó'. Sin embargo, Villanúa constató ante la juez que la ropa del hombre que vio con la pistola no se corresponde con la que llevaba el guardia civil herido, que vestía de color claro.

La autopsia practicada al cadáver de Urdaniz, que se ha incorporado al sumario abierto por el Juzgado de Instrucción número 5 de San Sebastián, revela que la trayectoria de la bala que mató al escolta es 'marcadamente de arriba abajo, de delante atrás y de izquierda a derecha'. Recibió tres disparos: en el tobillo, en el antebrazo y en el corazón.

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