OPINIÓN DEL LECTOR

Más aterrizajes abortados

He leído en su diario durante la semana pasada que en el aeropuerto de Madrid-Barajas ha sido necesario abortar el aterrizaje de sendos aviones. Quiero añadirles otro aterrizaje abortado el día 19 de abril en un vuelo procedente de Málaga (IB 3302) en el que yo mismo venía a Madrid.

A muy pocos metros de la pista (dudo incluso si se puede decir metros en plural), el comandante, con gran pericia y como un auténtico profesional, tuvo que retomar el vuelo por encontrarse en la pista otro avión, según explicó él mismo minutos después.

Efectivamente, la situación de miedo que se produ...

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He leído en su diario durante la semana pasada que en el aeropuerto de Madrid-Barajas ha sido necesario abortar el aterrizaje de sendos aviones. Quiero añadirles otro aterrizaje abortado el día 19 de abril en un vuelo procedente de Málaga (IB 3302) en el que yo mismo venía a Madrid.

A muy pocos metros de la pista (dudo incluso si se puede decir metros en plural), el comandante, con gran pericia y como un auténtico profesional, tuvo que retomar el vuelo por encontrarse en la pista otro avión, según explicó él mismo minutos después.

Efectivamente, la situación de miedo que se produce es grande, incluso entre la tripulación, que comprobé que se movía con inquietud, máxime cuando en una maniobra así deberían permanecer sentados y con el cinturón abrochado.

Los responsables de AENA y del aeropuerto lo consideran normal y yo tengo que decirles que de normal, nada de nada.

Me considero persona bastante volada (valga de ejemplo, en los últimos 20 días he volado seis veces) y era la primera vez que me ocurría una cosa así.

Además, es una maniobra peligrosa que no siempre sale bien, como deberían saber en AENA, y que en situación de peligro se lleva a cabo, pero sin que esté siempre garantizado el éxito.

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Por tanto, evaluamos con un sobresaliente alto a los pilotos de nuestra compañía de bandera, que ofrecen altos niveles de profesionalidad y destreza; y un suspenso, también alto, a los responsables del aeropuerto de Madrid- Barajas y extensible a los encargados de informar, que más desinforman que informan, como muy bien saben ellos y sobre lo que no es necesario dar más detalles.

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