Blatter explica ciertos pagos de la FIFA

El presidente del máximo organismo del fútbol alega dio dinero a cambio de información y para agradecer labores de promoción

'Todo es mentira. Zen-Ruffinen debería trabajar más y jugar menos a los detectives'. Así reaccionó el suizo Joseph Blatter, presidente de la FIFA, cuando tuvo conocimiento de las acusaciones que su compatriota, secretario general de la organización y mano derecha hizo contra él ante el Comité Ejecutivo de la FIFA. Michel Zen-Ruffinen, además de criticar la forma que tiene Blatter de gobernar el máximo órgano del fútbol mundial, repasó uno a uno todos los casos de posibles pagos irregulares, de los que el presidente no dio información al Comité Ejecutivo. Pues bien, lo que entonces era 'mentira...

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'Todo es mentira. Zen-Ruffinen debería trabajar más y jugar menos a los detectives'. Así reaccionó el suizo Joseph Blatter, presidente de la FIFA, cuando tuvo conocimiento de las acusaciones que su compatriota, secretario general de la organización y mano derecha hizo contra él ante el Comité Ejecutivo de la FIFA. Michel Zen-Ruffinen, además de criticar la forma que tiene Blatter de gobernar el máximo órgano del fútbol mundial, repasó uno a uno todos los casos de posibles pagos irregulares, de los que el presidente no dio información al Comité Ejecutivo. Pues bien, lo que entonces era 'mentira' ahora requiere ciertos matices. Ayer, Blatter aludió a alguno de esos episodios. Por ejemplo, dijo haber entregado al árbitro nigeriano Lucien Bouchardeau la suma de 25.000 dólares (unos 27.400 millones de euros) a cambio de informaciones confidenciales sobre corrupción en el fútbol africano. Y lo hizo, además, 'por razones humanitarias'. El dirigente de la FIFA dijo que el informe sobre el asunto, elaborodado por el director técnico de seguridad, WAlter Gagg, será remitido a las autoridades judiciales. Gagg indicó que el pasado 21 de febrero Bouchardeau llegó a Zúrich y pidió 'con lágrimas en los ojos' el dinero para hacer frente a problemas familiares. Blatter accedió a la entrega y el 9 de abril llegó a la FIFA el informe elaborado por Bouchardeau, titulado 'Memorias de un árbitro africano'.

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No fue esa la única acusación a la que respondió ayer Blatter, que insistió en que esos hechos no le convierten en un corrupto. Así, declaró que los dos cheques, por valor de 50.000 dólares cada uno (unos 55.000 euros) que entregó al ruso Viatscheslav Koloskov, vicepresidente de la organización, en el año 99 fueron un premio por 'los 17 años de labor de promoción' en los países de la antigua Unión Soviética, 'dos de ellos en nombre de la FIFA'.

'Esos cheques no tenían mi firma, sino la del secretario general y la del de finanzas. Si tenían algún reproche que hacerme podían haberlo hecho en su momento y no haber esperado tanto tiempo', subrayó Blatter, que reconoció no haber respetado el trámite formal, 'pues probablemente debería haber informado al Comité Ejecutivo'.

Respecto a la querella criminal que ocho integrantes del Comité Ejecutivo han presentado contra Blatter, entre ellos el camerunés Issa Haytou, rival del dirigente suizo en las elecciones a la presidencia que se celebrarán el día 29 de mayo, Blatter dijo que no sólo le hacía a él, 'sino al fútbol en general', amén de señalar que no descartaba presentar por su parte una denuncia por difamación. La última en entrar en escena ha sido la Federación Inglesa, que ayer anunció su apoyo a Hayatou.

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