Crónica:

Un Eurogiro de andar por casa

La carrera italiana, que comienza hoy en Holanda, apenas cuenta con participación internacional

El Giro 2002 será más europeo que nunca y, al mismo tiempo, y sin que suponga contradicción alguna, será también más italiano que nunca. Al entusiasmo europeísta de los organizadores, que para celebrar la llegada del euro han dispuesto una carrera con salida en Holanda y paso sucesivo por Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Francia antes de entrar en la península, no le ha correspondido en absoluto el apoyo de los equipos franceses o españoles. Así de los 198 participantes, 84 son italianos, y sólo uno llega de Francia; de los 22 equipos, 15 son italianos (o asimilados); de los 12 ciclistas favo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Giro 2002 será más europeo que nunca y, al mismo tiempo, y sin que suponga contradicción alguna, será también más italiano que nunca. Al entusiasmo europeísta de los organizadores, que para celebrar la llegada del euro han dispuesto una carrera con salida en Holanda y paso sucesivo por Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Francia antes de entrar en la península, no le ha correspondido en absoluto el apoyo de los equipos franceses o españoles. Así de los 198 participantes, 84 son italianos, y sólo uno llega de Francia; de los 22 equipos, 15 son italianos (o asimilados); de los 12 ciclistas favoritos, nueve (los más fuertes: Simoni, Garzelli, Pantani, Casagrande, Tonkov, Frigo, Belli, Gotti y Pellizotti) son italianos o asimilados. Nueve ciclistas que desaparecerán del escenario de las grandes vueltas para dejar paso a los hombres Tour, a Armstrong, claro, que no ve sentido a correr más de una grande por temporada.

Más información

El Eurogiro, que así se llama oficiosamente la edición 2002, llega, además, como una pequeña interrupción deportiva en medio del incesante flujo de noticias jurídico-médico-disciplinarias-económicas que, ligadas al dopaje y al difícil momento del patrocinio, han inundado hasta ayer mismo las vías informativas. '¿Quién se acuerda, más todavía, quién reparó en su momento, de que dos españoles, dos guipuzcoanos, Olano y Osa, fueron segundo y tercero del Giro 2001?', se preguntan, al unísono, Manolo Saiz y José Miguel Echávarri, directores del ONCE-Eroski y el iBanesto.com, dos equipos que no repetirán experiencia italiana.

Y si hace un año fue la acción policial, la redada de San Remo, la que sumergió en la inopia el lado deportivo del Giro, este 2002 han sido los efectos judiciales (aún no concluidos) de aquellos hechos policiales, los que han ensombrecido el panorama. Así, Pantani, ganador del 98, desposeído del rosa la víspera de la llegada del 99, el escalador que no gana una prueba desde la etapa de Courchevel del Tour 2000, no obtuvo la autorización para participar hasta el martes pasado. 'Y estoy más fuerte que nunca', dice. Y así, Dario Frigo, expulsado el año pasado cuando iba segundo y favorito éste, también debe cerrar sus cuentas con la justicia a Giro acabado.

Y por si todo ello no bastara, el recorrido tampoco ofrece motivos para el optimismo. Serán 80 kilómetros contrarreloj (en tres porciones) y, oficialmente, cinco etapas de montaña, con cuatro llegadas en alto. En realidad, sólo habrá dos etapas de alta montaña, la de Corvara (con la Marmolada y el Pordoi), y la del día siguiente, en Folgaria (con Gardena, Sella, Santa Barbara, Bordalia y Passo Coe). El resto, etapas llanas (cuatro sprints prevé Mario Cipollini, que está a siete victorias de las 41 de Alfredo Binda, récord absoluto del Giro) y de media montaña, un guión que deparará, eso dicen los protagonistas, un Giro, Eurogiro, puramente táctico.

Sobre la firma

Archivado En