Los relatos de 'Liturgias del fracaso' sacan del olvido al gaditano José Luis Acquaroni
Liturgias del fracaso es el título de la recopilación de relatos con el que la editorial gaditana Quórum devuelve a los escaparates el nombre de José Luis Acquaroni. Este escritor, nacido en Sanlúcar de Barrameda en 1919 y fallecido en 1983, perteneció junto a José Manuel Caballero Bonald, Fernando Quiñones y Pilar Paz Pasamar a la órbita del grupo Platero, cultivó el ensayo y desarrolló una producción narrativa que culminó en 1977 con la concesión del Premio Nacional de Literatura a su novela Copa de sombra. A su muerte, sin embargo, su nombre pasó a un olvido del que ...
Liturgias del fracaso es el título de la recopilación de relatos con el que la editorial gaditana Quórum devuelve a los escaparates el nombre de José Luis Acquaroni. Este escritor, nacido en Sanlúcar de Barrameda en 1919 y fallecido en 1983, perteneció junto a José Manuel Caballero Bonald, Fernando Quiñones y Pilar Paz Pasamar a la órbita del grupo Platero, cultivó el ensayo y desarrolló una producción narrativa que culminó en 1977 con la concesión del Premio Nacional de Literatura a su novela Copa de sombra. A su muerte, sin embargo, su nombre pasó a un olvido del que Liturgias del fracaso intenta ahora rescatarle.
Con un prefacio de Caballero Bonald, esta edición ha estado al cuidado del profesor de la Universidad de Cádiz José Jurado Morales, quien ya se ocupara de este autor en el libro En busca de la literatura de José Luis Acquaroni. Más allá de la muerte en el olvido. El índice está compuesto por 15 cuentos seleccionados de una obra comprendida entre los años cincuenta y los ochenta con la idea de presentar la evolución de Acquaroni.
Algunos pertenecen al casi inencontrable volumen Nuevas de este lugar, de 1965, mientras que el resto se hallaba disperso en periódicos y revistas. Según Jurado, estas narraciones muestran 'la vida de personajes que rondan la mediocridad y la desesperanza, fieles reflejos del español medio de la posguerra'. 'Pero están contadas con tanta bondad que esos fracasos se convierte en liturgia', asegura el profesor.
La prosa de Acquaroni abarca asimismo 'registros más testimoniales, existencialistas, fantásticos o alegóricos'. 'Se trata de un autor de pocos libros y mucha publicación en prensa. Es probable que el carácter efímero de estos medios haya podido afectar a su trascendencia', añade Jurado.