Reportaje:

Secuestro de menores

La globalización y el nacionalismo jurídico incitan a la sustracción ilícita de un hijo por sus padres

La sustracción de menores por uno de sus padres para desplazarles ilícitamente a un país distinto al de su residencia habitual se está convirtiendo en una práctica cada vez más extendida. Recientemente han encontrado un eco especial los casos de Eneko Baumgart y Burak Kalemci, dos niños vascos que fueron retenidos por sus padres y trasladados a Yemen y Turquía, respectivamente. Son sólo dos ejemplos próximos de una problemática que 'va en aumento' por efecto de la globalización y la proliferación de 'matrimonios mixtos' (parejas de distinta nacionalidad). Ana Quiñones (Barcelona, 1957), profe...

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La sustracción de menores por uno de sus padres para desplazarles ilícitamente a un país distinto al de su residencia habitual se está convirtiendo en una práctica cada vez más extendida. Recientemente han encontrado un eco especial los casos de Eneko Baumgart y Burak Kalemci, dos niños vascos que fueron retenidos por sus padres y trasladados a Yemen y Turquía, respectivamente. Son sólo dos ejemplos próximos de una problemática que 'va en aumento' por efecto de la globalización y la proliferación de 'matrimonios mixtos' (parejas de distinta nacionalidad). Ana Quiñones (Barcelona, 1957), profesora titular de Derecho Internacional Privado de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y experta en esta materia, sostiene que 'la falta de instrumentos de cooperación internacional dificulta, sin duda, la devolución de los menores', además de los 'incumplimientos que cometen algunos países de los convenios de la ONU y de La Haya sobre los derechos y la protección de los menores'.

Eneko Baumgart, de siete años, retornó con su madre a Legazpi en abril de 2000 después de permanecer en Yemen durante más de un año secuestrado por su padre Axel Baumgart, de nacionalidad alemana y convertido al islamismo para recibir protección jurídica en este país. La profesora Quiñones opina que la justicia yemení dio la guardia y custodia a la madre sin aplicar una excepción que suele ser habitual en los países islámicos, consistente en 'impedir el retorno del hijo cuando éste no ha sido educado bajo la fe islámica o si su madre es extranjera'.

En cambio, la madre de Burak, Inés Nieto, vecina de Rentería, aún no ha logrado recuperarle. Perdió la pista de su hijo hace más de un año y sospecha que estará junto a su padre en algún lugar de Turquía. Este país ha suscrito el Convenio de La Haya, por lo que 'debe someterse a este acuerdo', que establece la obligación de 'restablecer la situación del menor anterior al desplazamiento o retención ilícitos', explicó ayer Quiñones en una conferencia titulada Factores culturales y jurídicos en el desplazamiento internacional ilícito de un menor por uno de los padres, pronunciada en la Facultad de Derecho de la UPV, en San Sebastián.

El secuestro civil de menores se ha incentivado, en parte, por la existencia de un 'nacionalismo jurídico', una tendencia 'chauvinista de los tribunales a conceder la custodia al progenitor nacional', afirma esta profesora de Derecho.

No obstante, Quiñones aprecia en los últimos años la aparición de un 'mecanismo de defensa' en las madres con el fin de recuperar más fácilmente a sus hijos. 'Las madres cuyas parejas pertenecen a países islámicos toman la precaución de no contraer matrimonio, y especulan con que el derecho islámico no concederán la patria potestad al padre porque es un hijo extramatrimonial. Todo hijo nacido fuera dle matrimonio es considerado hijo de la madre en los derechos de corte islámico'.

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