COYUNTURA NACIONAL

Las empresas se resisten

El Banco de España ha publicado los resultados de la Central de Balances Trimestral para el conjunto del pasado año, a partir de los datos proporcionados por 758 empresas no financieras. Esta muestra no es perfectamente representativa del conjunto de las mismas, ya que en ella están infrarrepresentadas las pequeñas y medianas y algunos sectores importantes, pero sus resultados recogen bastante bien la tendencia de las variables que conforman el sistema productivo.

El crecimiento nominal del valor añadido bruto (VAB) se desaceleró del 7,9% en 2000 al 4,1% en 2001. También lo hicieron los...

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El Banco de España ha publicado los resultados de la Central de Balances Trimestral para el conjunto del pasado año, a partir de los datos proporcionados por 758 empresas no financieras. Esta muestra no es perfectamente representativa del conjunto de las mismas, ya que en ella están infrarrepresentadas las pequeñas y medianas y algunos sectores importantes, pero sus resultados recogen bastante bien la tendencia de las variables que conforman el sistema productivo.

El crecimiento nominal del valor añadido bruto (VAB) se desaceleró del 7,9% en 2000 al 4,1% en 2001. También lo hicieron los gastos de personal, pero en menor medida, ya que el menor crecimiento del empleo fue parcialmente contrarrestado por la aceleración de los costes laborales por trabajador. Como consecuencia, el resultado bruto de la explotación (equivalente al ebitda) se desaceleró más aún que el VAB, reduciendo su crecimiento a un modesto 3,7%. Más aún, el resultado neto (beneficios propiamente dichos, después de impuestos) cayó un 3,7%, debido fundamentalmente al descenso de las plusvalías netas y al aumento de los gastos financieros provocado por el mayor endeudamiento. Éste viene creciendo rápidamente en los últimos años, como puede verse en el gráfico izquierdo, situándose en el 49,8%. Como aspectos positivos, cabe señalar que la rentabilidad se mantiene en niveles elevados y que la diferencia entre ésta y los tipos medios de interés pagados por la financiación recibida (apalancamiento) se mantiene en unos tres puntos, máximo histórico.

Los resultados de las empresas no son demasiado brillantes, pero no se han deteriorado en exceso

En resumen, los resultados de las empresas no son tan brillantes como en los años anteriores, pero no se han deteriorado en exceso, por lo que éstas se encuentran en mejor situación que en otras fases cíclicas similares para volver a invertir y a crear empleo en cuanto la demanda interna y externa cobren nueva fortaleza. Pero aquí vienen los problemas: el consumo de los hogares se ha debilitado notablemente una vez finalizado el efecto euro, y así parece que se va a mantener en los próximos meses, a tenor del deterioro que muestra el indicador de confianza de los consumidores hasta marzo (gráfico central).

Mucho tiene que ver esa desconfianza con la evolución del paro. Como se ve en el gráfico derecho, el paro contabilizado por las oficinas del Inem disminuyó el mes de marzo, pero mucho menos que en años anteriores, a pesar de que la Semana Santa y la creación de empleos temporales asociada a ella se adelantaron este año a la última semana de dicho mes. La disminución es totalmente de carácter estacional, y la tendencia al alza de este indicador se mantiene una vez eliminada la estacionalidad, como se ve en el gráfico derecho. Por otro lado, las malas perspectivas para el turismo, la recesión del sector industrial y la probable disminución de la construcción de viviendas no son el mejor escenario para que el empleo se recupere.

Todo ello confirma mi impresión de que el ritmo de crecimiento de la economía española ha seguido desacelerándose durante el primer trimestre del año y de que muy probablemente continúe en esta tónica hasta después del verano.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigación Económica y Social (FUNCAS).

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