La oposición espera que la inhabilitación de Gil normalice la vida política en Marbella

PSOE, PP y PA creen que fracasará el intento del alcalde de gobernar 'desde la sombra'

Mientras que Jesús Gil lanza el mensaje de que 'todo sigue igual', la oposición espera que su inhabilitación por 28 años, confirmada por el Tribunal Supremo, normalice la vida política en Marbella. La llegada de un nuevo alcalde producirá un profundo cambio, según diversos dirigentes del PSOE, PP y PA, que consideran que Gil fracasará en su intento de gobernar desde la sombra. El sustituto, Julián Muñoz Palomo advierte, sin embargo, que él es 'un hombre de Gil'. Los socialistas, entretanto, siguen recelando de un posible pacto de los concejales gilistas con el PP, como en San Roque, La ...

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Mientras que Jesús Gil lanza el mensaje de que 'todo sigue igual', la oposición espera que su inhabilitación por 28 años, confirmada por el Tribunal Supremo, normalice la vida política en Marbella. La llegada de un nuevo alcalde producirá un profundo cambio, según diversos dirigentes del PSOE, PP y PA, que consideran que Gil fracasará en su intento de gobernar desde la sombra. El sustituto, Julián Muñoz Palomo advierte, sin embargo, que él es 'un hombre de Gil'. Los socialistas, entretanto, siguen recelando de un posible pacto de los concejales gilistas con el PP, como en San Roque, La Línea y Estepona.

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Julián Muñoz Palomo, primer teniente de alcalde, ya sabe que va a ser alcalde, porque se lo ha dicho Jesús Gil. Natural de El Arenal (Ávila), llegó en 1984 a Marbella, de donde es originaria su esposa. Tiene 54 años y antes de ser concejal del GIL -desde 1991 hasta ahora- fue empresario de la hostelería. También dice que fue militante del PSOE marbellí durante cuatro meses 'antes de conocer a Gil' e integrase en su equipo. Muñoz Palomo afirma que 'no va a cambiar nada; vamos a seguir el mismo funcionamiento de los últimos años; cambiar sería una locura cuando funcionan bien las cosas'. Se considera 'un hombre de Gil' y dice sobre el futuro que ejecutará el programa de su partido 'y las instrucciones de su presidente'. Sobre el pasado, añade que no se arrepiente 'de nada' de lo que ha hecho.

A pesar de esta defensa cerrada del gilismo del inminente alcalde, la oposición cree que cambiarán muchas cosas en Marbella con la sentencia del Supremo, anunciada en viernes. No sólo se tendrá que ir el alcalde, Jesús Gil, condenado a 28 años de inhabilitación, seis meses de arresto y un millón de pesetas de multa. También tendrá que abandonar su cargo el gerente de las empresas municipales, Modesto Perodia, inhabilitado por nueve años. Concejales de todos los grupos de la oposición reconocen a Muñoz 'mejor talante que a Gil'. Y opinan que 'con el tiempo se irá creyendo que es el que manda', apunta la socialista García Marcos.

Pero los cambios que se avecinan también alientan recelos entre los partidos de la oposición. Desde las filas socialistas, el secretario de Política Municipal del PSOE andaluz, Salvador Pendón, apuntó ayer, que 'se abre un escenario complicado, porque con los precedentes de La Línea, San Roque y Estepona ¿quién puede asegurarnos que el PP no va a pactar con los concejales del GIL?'.

La presidenta de los populares andaluces, Teófila Martínez, intentó zanjar estas especulaciones. Exigió al secretario federal Política Municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, que presente 'disculpas' al PP y a su secretario general, Javier Arenas, por afirmar que tenía un 'pacto clandestino' con Gil para trasvasar sus concejales al PP a cambio de unas supuestas concesiones judiciales o penitenciarias. Martínez considera que las declaraciones de los socialistas rozan la injuria.

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Lejos de esta polémica, el secretario general del Partido Andalucista, Antonio Ortega, propuso ayer 'una ronda de contactos entre los partidos políticos para realizar un gobierno de regeneración democrática en Marbella, al que es necesario invitar a quienes desde el GIL no estén inmersos en procesos de corrupción'. Este planteamiento no es compartido, en principio, ni por socialistas ni por populares. Sin embargo, los tres partidos están de acuerdo en que el Ayuntamiento no se podrá gobernar desde la distancia. 'Gil fracasará si intenta gobernar desde la sombra, ahora que su firma no vale nada', afirmó Isabel García Marcos. El presidente provincial del PP, Joaquín Ramírez piensa que 'quien sustituya a Gil acabará mirándose en el espejo, se verá como el gobernante de Marbella y acabará soltando amarras de Gil'. El concejal del PA, Carlos Fernández sostiene que 'hay que transmitirles a los concejales del GIL que 'no trabajan para Gil sino para Marbella'.

El Grupo Independiente Liberal (GIL) presentó en 1999 trece candidaturas en Málaga, Cádiz, Ceuta y Melilla. Sacó en total 93 concejales de los que le queda la tercera parte. En La Línea, San Roque y Estepona las deserciones han sido masivas y han dado lugar a alcaldes del PP, dos de ellos de procedencia gilista y una (Estepona) popular. El desapego de sus antiguos militantes es notorio. El alcalde de La Línea, Juan Carlos Juárez, aseguró que el gobierno local de esta localidad está ya 'completamente desvinculado del GIL, un partido que auspiciaba un proyecto que si se hubiese gestionado adecuadamente hubiese sido una forma muy válida de gobernar'. También se desmarcó el alcalde de San Roque, Fernando Palma, informa F. Pérez Monguió. 'Hemos sido antes del GIL, un partido que despertó mucha ilusión en la gente, pero nada más ver qué se hacía en otros municipios fuimos los primeros que nos dimos de baja, porque había personas que se defendían sus intereses privados' afirmó. Palma considera que 'el futuro del GIL está en peligro con esta sentencia; hoy sólo gobierna en Marbella y este episodio le va a costar muchos votos'.

Jesús Gil, ayer, en el palco del estadio Vicente Calderón.MANUEL ESCALERA

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