Entrevista:MIRIAM OCARIZ | Diseñadora de moda

'Trabajo hasta la talla que me piden las tiendas'

En el taller de Miriam Ocariz en el barrio bilbaíno de Deusto entra la luz a raudales. En varias cajas se amontonan telas y sobre una gran mesa, una persona de su equipo pinta con colores una serie de camisetas, una a una, sobre un dibujo estampado de la diseñadora. Ocariz lleva 10 años trabajando en la moda con su propio nombre, madurando su peculiar estilo en el que conjugan el grabajo y la serigrafía con la ropa. Aprendió todos los pasos, desde el diseño a los patrones, la elección de la tela o el ensamblaje de las piezas. Poco a poco ha ido escalando puestos en el mundo de la moda y en la ...

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En el taller de Miriam Ocariz en el barrio bilbaíno de Deusto entra la luz a raudales. En varias cajas se amontonan telas y sobre una gran mesa, una persona de su equipo pinta con colores una serie de camisetas, una a una, sobre un dibujo estampado de la diseñadora. Ocariz lleva 10 años trabajando en la moda con su propio nombre, madurando su peculiar estilo en el que conjugan el grabajo y la serigrafía con la ropa. Aprendió todos los pasos, desde el diseño a los patrones, la elección de la tela o el ensamblaje de las piezas. Poco a poco ha ido escalando puestos en el mundo de la moda y en la actualidad es uno de sus más firmes valores. Premiada y reconocida, su prendas de aire naïf se venden ya en París, Londres o Nueva York.

Pregunta. Sus inicios fueron con camisetas.

Respuesta. Era lo más fácil, lo más directo y lo más barato. Fue la forma de ir vendiendo a amigos y amigos de amigos para, poco a poco, hacer el resto de las cosas.

P. Sus comienzos, entonces, se los debe a los amigos.

R. Y en muchos sentidos. Me hicieron préstamos, me compraron mis creaciones y, sobre todo, me apoyaron muchísimo.

P. ¿Cuándo se empezó a dar cuenta de que funcionaba todo esto?

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R. Para mí todo ha ido muy rápido. Al principio lo hacía todo yo sola y, aunque tuviera pocos pedidos, empezar a vender ya era suficiente. Poco a poco ves que puedes dar otro paso y coges a una persona que trabaje contigo y así he ido formando mi equipo, que es fundamental. Ha sido un camino seguido, sin parones.

P. ¿En qué se inspira?

R. En la vida, en la calle, en lo que me rodea. Es un cúmulo de muchas cosas.

P. Empezó con un estilo más naïf y ha ido evolucionando en sus dibujos.

R. Al principio eran más infantiles, aunque tenían algo detrás. Era más figurativo y ahora, aunque sigue teniendo esa parte, está más mezclado.

P. El lazo es ahora su seña de identidad.

R. Comencé a utilizarlo para la colección de verano que está ahora en las tiendas y me ha gustado. Es un trocito de tela, pero tiene muchos significados.

P. ¿A qué tipo de mujer viste?

R. Sobre todo, a una que sea natural, y luego también abierta y que se quiera expresar.

P. Ha recibido el premio a la mejor diseñadora joven en la pasada Pasarela Cibeles. ¿Cuándo va a dejar de tener la etiqueta de joven?

R. Te llaman joven porque no ha entrado gente nueva en la Pasarela.

P. ¿Está anquilosado el mundo español de la moda?

R. En España durante bastantes años ha entrado muy poca gente nueva. En estos últimos años parece que se ha abierto un poco más. A eso ha contribuido que ha surgido Circuit en Barcelona, una pasarela para gente joven, distinta. En otros países hay más opciones para un diseñador, más certámenes donde mostrar su obra.

P. ¿En qué pasarela le gustaría mostrar sus creaciones?

R. Sin duda, París.

P. Usted colabora con la Asociación Moda Vasca...

R. Pertenezco a la asociación desde hace mucho tiempo. Es muy importante cuando empiezas, que estás muy perdida y ellos te ayudan, te orientan.

P. ¿Hasta que talla trabaja?

R. Hasta la que me piden las tiendas. Se culpa a los diseñadores de no hacer tallas grandes, pero hacemos lo que nos piden. Un abrigo, por ejemplo, que tiene 15 piezas, para escalar una talla hay que hacerlo en cada pieza, y no se cobra más por una talla más. Así que es necesario un pedido suficiente para que compense escalar una talla más. Yo hago hasta una 44, pero las tiendas no las quieren porque no las venden.

P. Pero hay más mujeres que usan una 44 que una 38.

R. Sí, pero yo creo que en las tiendas con una imagen más lanzada, ciertas personas ya no entran. Creen que no hay talla para ellas. Y con razón.

P. Al hablar de anorexia, siempre se mira al mundo de la moda y a la delgadez de las modelos.

R. Para mí una modelo es una profesional que tiene que expresar cosas, transmitir. Eso es lo fundamental. La anorexia es otro tema. Hay mucho más que simplemente la moda en ese tema.

P. Pero es cierto que las tiendas ofrecen tallas mínimas.

R. Sobre todo para las más jóvenes es una pasada. Me parece terrible. En la adolescencia el cuerpo de las chicas está cambiando y tener unos kilos de más es normal. Me da mucha pena que se les impongan unas tallas tan pequeñas.

P. ¿Qué se puede hacer?

R. Tiene que ser un esfuerzo de todos, desde los diseñadores, creando prendas que tengan cortes adecuados para una 44, a las tiendas, que pidan esas tallas y las tengan disponibles.

PERFIL

Miriam Ocariz (Bilbao, 1968) se paseó dubitativa entre el dibujo y la moda hasta que encontró la manera de conjugar sus dos facetas: serigrafiar su ropa. Es una de las creadoras más originales en la moda española. En la última Pasarela Cibeles logró el premio a la mejor diseñadora joven.

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