La niña marroquí sigue sin ir al colegio católico

Khadija A., la niña marroquí de 14 años que está sin escolarizar desde hace un año, no se incorporó tampoco ayer al colegio. Educación había dado esa fecha como último plazo para que Khadija fuese escolarizada en un colegio católico concertado de San Lorenzo de El Escorial. Pero Ahmed A., su padre, había anunciado ya que la joven no asistiría por tener una 'pierna mal' y porque no quiere llevar un uniforme con falda.

La Consejería de Educación, presidida por Carlos Mayor Oreja, ha convocado el próximo lunes a la Comisión de Absentismo -organismo formado por directores de colegios públic...

Khadija A., la niña marroquí de 14 años que está sin escolarizar desde hace un año, no se incorporó tampoco ayer al colegio. Educación había dado esa fecha como último plazo para que Khadija fuese escolarizada en un colegio católico concertado de San Lorenzo de El Escorial. Pero Ahmed A., su padre, había anunciado ya que la joven no asistiría por tener una 'pierna mal' y porque no quiere llevar un uniforme con falda.

La Consejería de Educación, presidida por Carlos Mayor Oreja, ha convocado el próximo lunes a la Comisión de Absentismo -organismo formado por directores de colegios públicos y concertados y por representantes municipales, de las asociaciones de padres y de la Comunidad-, que determinará qué medidas se van a adoptar para conseguir que Khadija ingrese en el centro católico concertado. La hermana menor de Khadija, Maiem, de 11 años, asiste desde el martes con normalidad a un colegio público.

De nada ha servido que Educación ampliara en un día el plazo para que la adolescente marroquí se incorporara al curso. Las monjas de La Inmaculada Concepción que regentan el colegio al que había sido destinada la niña han tenido que guardar el uniforme preparado para ella. Enrique Ramos, director del área territorial Madrid oeste, ha constatado que Khadija no asistió a clase y que, además, 'no había justificación alguna de su falta'. Sin embargo, el padre de la muchacha aseguró ayer que la niña había ido a clase. La Inmaculada Concepción es también el centro al que fue derivada al principio la niña Fátima Elidrisi, que se negaba a acudir sin su pañuelo (hiyab) y que finalmente fue escolarizada en un instituto público.

Fuentes próximas a la Fiscalía de Menores indicaron que, en estos casos, prima el derecho de la niña. Por este motivo, el primer paso ahora es oír a Khadija y analizar la edad y sus circunstancias familiares. Si la muchacha desea ir al colegio, su derecho es primordial, independientemente de las ropas que vista. En el caso de que la negativa a la escolarización proviniera del padre, también se respetaría el derecho de la niña a asistir a clase.

PSOE e IU están de acuerdo en que el uniforme no puede ser una excusa para que una niña siga sin escolarizar. Adolfo Navarro, portavoz de Educación del PSOE, resaltó ayer que 'el padre tiene que aceptar la decisión de la comisión de escolarización y del centro que se le ha asignado'. Navarro recuerda que 'el colegio, constitucionalmente, no puede exigir el uniforme como condición previa para escolarizar a la niña'. Si el colegio rechazara a la niña por el uniforme, el PSOE estaría dispuesto a solicitar la revisión total de los conciertos para evitar que el ideario de los colegios se convierta en un freno para la admisión de minorías.

Por su parte, Franco González, de IU, dijo: 'Ya está bien de que una falda tableada sea obstáculo para que una niña pueda aprender matemáticas, lengua y, sobre todo, el idioma'.

Ideario

Los alumnos de La Inmaculada Concepción y el presidente de la asociación de padres discrepan. El apoyo a la dirección del centro es unánime y todos coinciden en afirmar que el colegio tiene un ideario y unas normas que deben ser acatadas. Los chavales culpan al padre de Khadija de la no escolarización de su hija y le tildan de machista. 'A la niña le están dando todas las facilidades, pero aquí hay unas reglas y son las mismas para todos', dice Eva, una chica que, a sus 18 años, ya no tiene que llevar uniforme.

Florentino García González, presidente de la asociación de padres, asevera: 'Las casi 700 familias que hemos elegido este colegio para la formación de nuestros hijos lo hemos hecho de forma voluntaria, conociendo su ideario católico y las normas de régimen interior. Hay niños escolarizados de 18 nacionalidades diferentes'.