Tribuna:EL MOTOR DE LOS CAMBIOS

En defensa de los jóvenes

Contamos en Andalucía con más de dos millones de jóvenes, sin duda la generación mejor preparada de nuestra historia. Jóvenes que participamos activamente en todos los ámbitos de la sociedad. Jóvenes que hemos crecido en libertad y que pretendemos ir más allá en la profundización en la democracia. Un capital humano fundamental en el proceso de la Segunda Modernización de nuestra tierra.

Jóvenes portadores de valores como la solidaridad, más del 80% de los participantes en ONG´s somos menores de 30 años. Jóvenes que nos hemos movilizado para reivindicar mayor inversión para la cooperació...

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Contamos en Andalucía con más de dos millones de jóvenes, sin duda la generación mejor preparada de nuestra historia. Jóvenes que participamos activamente en todos los ámbitos de la sociedad. Jóvenes que hemos crecido en libertad y que pretendemos ir más allá en la profundización en la democracia. Un capital humano fundamental en el proceso de la Segunda Modernización de nuestra tierra.

Jóvenes portadores de valores como la solidaridad, más del 80% de los participantes en ONG´s somos menores de 30 años. Jóvenes que nos hemos movilizado para reivindicar mayor inversión para la cooperación con los países más desfavorecidos. Jóvenes, muchos de nosotros emprendedores, que contribuiremos a crear un tejido empresarial más dinámico. Jóvenes que, por defender nuestras ideas, sufrimos la violencia como el resto. Jóvenes que gritamos 'basta ya' cuando actúan los asesinos y también somos jóvenes los que salimos a la calle para reivindicar una educación pública participativa, de calidad, que garantice la igualdad de oportunidades.

El Partido Popular ha sufrido un distanciamiento evidente de la juventud andaluza y española. Gobierna a nuestras espaldas e intenta eliminar los cauces de participación. La respuesta de los jóvenes está siendo y será contundente, y ante esta realidad la reacción del PP está siendo intolerable.

Los defensores del pensamiento único y excluyente han encontrado un nuevo enemigo: los jóvenes. Una generación que demanda una globalización más justa, más social, que no puede quedar a merced del mercado. Una generación que no acepta los planes educativos concebidos para crear una élite. El Partido Popular, lejos de aceptar la diversidad y asumir con cierta deportividad que el poder tiene un coste fundamentalmente con los más jóvenes, ha iniciado una campaña mediática con mensajes peligrosos. Los que hace unos años éramos JASP (jóvenes aunque sobradamente preparados) hemos pasado a ser molestos borrachines de fin de semana y una masa que se moviliza por las calles, como decía Chus Lampreave en una película de Pedro Almodóvar, 'como vaca sin cencerro'.

Es indignante que arremetan contra el capital más preciado que tiene una sociedad. Los jóvenes de Andalucía y el resto de España estudian mucho, trabajan mucho (aquellos que pueden) y, lógicamente, también intentan disfrutar de su tiempo de ocio. Nos definen dos conceptos: actitud y aptitud. Actitud para ganar el futuro que nos corresponde y para participar legítimamente en la definición de ese futuro. Aptitud porque estamos preparados para ello. Estamos atendiendo a un cambio sociológico. La edad de emancipación es cada vez más tardía debido a una prolongación en los periodos formativos y a problemas estructurales como el acceso al empleo y la vivienda. La juventud deja de ser una transición entre la adolescencia y la edad adulta para consolidarse como una etapa plena de la vida con sus necesidades específicas. Esta nueva realidad la denominó el sociólogo francés Olivier Galland como 'la nueva condición juvenil'.

Los que tenemos responsabilidad de gobierno, cada cual desde la suya, debemos fomentar los hábitos de vida saludable, cooperar con el ámbito familiar y educativo en la prevención y la educación en la responsabilidad. Pero, fundamentalmente, debemos poner a disposición de los jóvenes los instrumentos que le permitan desarrollar su proyecto vital y personal. Garantizar su ciudadanía plena, su autonomía a través del acceso a la vivienda y el empleo, cuestión ésta donde el gobierno central no parece tener entre sus prioridades a los jóvenes andaluces.

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Emplazo al Partido Popular a que cese en su actitud y a que escuche a los jóvenes. El miedo puede llegar a ser un terrible enemigo en la política y detecto miedo en la derecha española a que esta juventud suponga lo que la juventud siempre ha sido y seguirá siendo: el motor de los cambios.

Joaquín Dobladez Soriano es Director General del Instituto Andaluz de la Juventud.

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