La represalia de Israel causa 20 muertos palestinos
Arafat, ileso tras un ataque a su cuartel
'Los palestinos deben sufrir mucho más hasta que sepan que no obtendrán nada mediante el terrorismo', aseguró ayer el primer ministro, Ariel Sharon, ante el Parlamento. 'Si no sienten que han sido vencidos, no podremos regresar a la mesa de negociaciones'. Con estas palabras, Sharon, que se ve azotado estos días por los peores resultados en los sondeos desde que encabeza el Gobierno israelí, hace un año, justificó las represalias contra varios campos de refugiados tras la ola de atentados palestinos del fin de semana. Anoche, los aviones de combate F-16 bombardearon un cuartel de la guardia pe...
'Los palestinos deben sufrir mucho más hasta que sepan que no obtendrán nada mediante el terrorismo', aseguró ayer el primer ministro, Ariel Sharon, ante el Parlamento. 'Si no sienten que han sido vencidos, no podremos regresar a la mesa de negociaciones'. Con estas palabras, Sharon, que se ve azotado estos días por los peores resultados en los sondeos desde que encabeza el Gobierno israelí, hace un año, justificó las represalias contra varios campos de refugiados tras la ola de atentados palestinos del fin de semana. Anoche, los aviones de combate F-16 bombardearon un cuartel de la guardia personal de Yasir Arafat en Belén y los helicópteros atacaron el cuartel general del líder palestino, en Ramala, donde se encuentra recluido y rodeado por las tropas israelíes. Arafat resultó ileso.
La nueva ola de violencia coloca serios nubarrones sobre la iniciativa de paz que ha desplazado a Washington al presidente egipcio, Hosni Mubarak, y al alto representante de la diplomacia europea, Javier Solana. Ambos intentan promover el plan que Arabia Saudí quiere presentar en Beirut ante la Liga Árabe a finales de marzo. Mubarak propuso ayer, antes de su entrevista con George W. Bush, una cumbre urgente que reúna a Sharon y Arafat. Solana, por su parte, quiere que EE UU envíe de nuevo al general Anthony Zinni a la zona para intentar frenar la crudeza del conflicto.