'Internet es tan inmenso que aún está todo por hacer'

Roberto Aguirrezabala estudió Bellas Artes y se licenció en 1995. Aunque hizo sus pinitos con la escultura, pronto se desmotivó. 'La respuesta que obtienes del espectador en el arte tradicional es muy pequeña. Internet, en cambio, es un medio en el que el contacto con el usuario es más inmediato', señala Aguirrezabala como explicación a su inmediata dedicación al arte en Internet. Se asoció con Izaskun Altube y juntos fundaron Adclik en 1999, una empresa 'de desarrollo de proyectos en Internet, como comercio electrónico, formación on-line...', con sede en Bilbao. Se ocupan desde la plan...

Roberto Aguirrezabala estudió Bellas Artes y se licenció en 1995. Aunque hizo sus pinitos con la escultura, pronto se desmotivó. 'La respuesta que obtienes del espectador en el arte tradicional es muy pequeña. Internet, en cambio, es un medio en el que el contacto con el usuario es más inmediato', señala Aguirrezabala como explicación a su inmediata dedicación al arte en Internet. Se asoció con Izaskun Altube y juntos fundaron Adclik en 1999, una empresa 'de desarrollo de proyectos en Internet, como comercio electrónico, formación on-line...', con sede en Bilbao. Se ocupan desde la planificación del proyecto hasta el desarrollo creativo y técnico. Además, Aguirrezabala sigue creando en Internet. Su último trabajo, Badplayer, obtuvo excelentes críticas en la última edición de Arco.

Pregunta. ¿Qué fue lo que le decantó por expresarse artísticamente en Internet?

Respuesta. Primero, la novedad del medio. No estaba muy explotado y había muchas cosas por hacer; de hecho, aún las hay. Es tan inmenso Internet que está aún por hacer todo. Eso me motivó mucho para trabajar en este medio.

P. Pero todo el placer táctil que tiene el arte se pierde con el ordenador.

R. Sí, pero es en Internet donde el contacto con el usuario es más inmediato. En mis proyectos artísticos siempre intento profundizar en la relación con el usuario y la obra se construye cuando el usuario interviene.

P. ¿Y la parte íntima de la creación?

R. Hoy en día los actos creativos tienden a ser colectivos. En Internet más, porque en la Red interviene más gente que el creador, como los programadores o los colaboradores en música, diseño, etcétera. El autor tiene que estar por detrás y escondido, si puede ser. El autor es el provocador de las situaciones, el que planifica, y es el espectador el que luego interviene con la obra.

P. Su trabajo, por tanto, no está finalizado cuando lo acaba.

R. Yo pongo las bases y el usuario es el que entra allí y empieza a escribir, a participar. Todo eso que ha escrito es lo que van leyendo los usuarios que entran después.

P. ¿Lo que usted hace se llama arte digital?

R. Net-art, arte en la Red. El que utiliza la Red como soporte único.

P. Un arte incipiente todavía. ¿Qué futuro le augura?

R. El futuro del Net-art está por construir, es inimaginable.

P. ¿Cómo es el proceso creativo de una de sus obras?

R. Se parece mucho al proceso que se sigue en los medios audiovisuales, con guiones, story-board, prototipos de pantallas, esquemas de navegación, etcétera.

P. ¿Cómo se pueden ver sus obras?, ¿en una galería virtual?

R. No, están disponibles en Internet para cualquiera que quiera verlo. La última, en la dirección www.badplayer.com.

P. La gente que teclee esta dirección, ¿qué se va a encontrar?

R. Badplayer es un proyecto que habla de la identidad en Internet. Siempre planteo los proyectos para investigar en la identidad del usuario. No me interesa saber su nombre, ni su dirección, sino qué piensa, qué siente, cómo reacciona ante las situaciones. A partir de ahí he construido diferentes proyectos. En Badplayer planteo la identidad como parte del sistema. Badplayer es un jugador virtual, es el propio sistema y se pelea con el usuario que ha entrado. Este proyecto también habla de los roles de poder. Al usuario le dejo navegar y va encontrándose con diferentes historias en las que tiene que participar. Si no contesta, no avanza, no hay proyecto.

P. Le exige mucho al espectador.

R. Sí. El sistema le cruza con otros usuarios y fuerza a jugar por parejas, si hay otro usuario. Entre ambos existe un canal de comunicación. Es como un juego.

P. ¿Usted puede seguir cómo va esta navegación?

R. Sí, pero sólo como un usuario más. No tengo ningún privilegio. Todo lo que aparece en la web es público, lo que hace cada usuario se puede ver, vuelve a aparecer en la web por algún sitio. Y al final, el usuario puede incluso ser Badplayer.

P. Con este trabajo ha estado presente en la reciente edición de Arco.

R. Sí, dentro de la presentación que de sus ayudas hacía Caja Madrid. Es el primer proyecto de Net-art que produce Caja Madrid.

P. ¿Sus obras se pueden adquirir?

R. Ya hay una obra mía en un museo, el MEIAC [Museo Extremeño e Iberamericano de Arte Contemporáneo] de Badajoz. Pero no entiendo qué utilidad le podría dar un particular. El mercado de este arte es muy farragoso. Aún está por definir. No hay objeto físico que adquirir. La obra sigue estando en Internet.