Génesis y apocalipsis
Romeo y Claudia Castellucci y Chiara Guidi son tres relativamente jóvenes creadores que llevan mucho tiempo dando que hablar. En 1981 (tenían 21 años) fundaron la Societas Raffaello Sanzio, su compañía, con ánimo de montar una ofensiva en toda regla contra la tradición teatral. Los tres provenían de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Bolonia, y sus espectáculos comenzaron a representarse en galerías de arte y espacios no convencionales.
Su cruzada contra el teatro duró una década: en 1992 decidieron poner en escena una versión libérrima de Hamlet, una de las cimas d...
Romeo y Claudia Castellucci y Chiara Guidi son tres relativamente jóvenes creadores que llevan mucho tiempo dando que hablar. En 1981 (tenían 21 años) fundaron la Societas Raffaello Sanzio, su compañía, con ánimo de montar una ofensiva en toda regla contra la tradición teatral. Los tres provenían de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Bolonia, y sus espectáculos comenzaron a representarse en galerías de arte y espacios no convencionales.
Su cruzada contra el teatro duró una década: en 1992 decidieron poner en escena una versión libérrima de Hamlet, una de las cimas de la tradición que rechazaban, y a partir de ahí comenzaron a reivindicar los valores icónicos de su trabajo más que su potencial iconoclasta. Pronto el eco de sus creaciones se extendió por el circuito internacional, y en 2000 la Societas recibió el premio Europa a las Nuevas Realidades Teatrales, que un jurado de la Unión otorga anualmente a la compañía o al director que más aporta a la renovación escénica.
El espectáculo que dio el espaldarazo a la candidatura de los dos Castellucci y la Guidi, Genesi (The Museum of the Sleep), que se presenta los días 9 y 10 de marzo en el teatro Central de Sevilla, es un retablo de tres piezas en el que se evocan la creación del mundo, la aparición de la muerte y ese ensayo general para el fin de los tiempos que fueron los campos de exterminio nazis. El primer cuerpo del retablo, dominado por el color negro, arranca con una escena en la que se evoca el libro primero de la Biblia y el descubrimiento de la radiactividad. En el segundo, pincelado en blanco, un grupo de niños sigue a un personaje como de Alicia en el país de las maravillas en un ambiente onírico que conduce directamente a la catástrofe de Auschwitz. En el tercero, rojo, Caín mata a Abel y su madre lo premia con los laureles del poder. Romeo Castellucci, que del trío es el que lleva la batuta, saca a escena a Dios, a Lucifer (encarnado por el delgadísimo actor Franco Pistoni), a madame Curie, a Adán y Eva (Maria Luisa Cantarelli, actriz que sufrió la ablación de un pecho, encarna este papel a cuerpo desnudo), al hijo inocente y al fratricida (Caín es Renzo Mion, que tiene un brazo claramente más corto que el otro). La elección de intérpretes con físicos que rompen el canon es uno de los sellos de la casa: Castellucci los emplea como un elemento de conmoción más. Igual que la música y que la plástica, tan cuidadas.
En 2000, Genesi obtuvo el Premio Ubu al mejor espectáculo italiano, y su director, el de la crítica de París.