Los inmigrantes como negocio

El SCH abre una sede especializada en extranjeros no comunitarios

Los más de 800.000 inmigrantes que residen en España, la mayoría provenientes de países de Latinoamérica, África y Europa del Este, se han convertido en una cantera a la que el Santander Central Hispano ha decidido encontrarle filón. Reconocen que es un proyecto atípico, pero también 'una aventura interesante'. El banco que preside Emilio Botín abrió el pasado diciembre, en pleno corazón de Madrid, cerca del barrio de Lavapiés (que posee una de las cotas de inmigración más altas de la capital), la primera sede especializada en extranjeros no comunitarios, que ofrece servicio de locutorio y de ...

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Los más de 800.000 inmigrantes que residen en España, la mayoría provenientes de países de Latinoamérica, África y Europa del Este, se han convertido en una cantera a la que el Santander Central Hispano ha decidido encontrarle filón. Reconocen que es un proyecto atípico, pero también 'una aventura interesante'. El banco que preside Emilio Botín abrió el pasado diciembre, en pleno corazón de Madrid, cerca del barrio de Lavapiés (que posee una de las cotas de inmigración más altas de la capital), la primera sede especializada en extranjeros no comunitarios, que ofrece servicio de locutorio y de envío de remesas al exterior, un negocio que por sí solo movió, hasta octubre de 2001, 1.620 millones de euros, según datos del Banco de España. Un sector, además, en constante crecimiento, que se halla ahora en manos de agencias como Money Gram y Western Union, las más poderosas del mercado.

La intención del SCH, según Fernando Silva, responsable del proyecto, no es, sin embargo, competir con las agencias, sino captar clientes para la banca. Sobre todo si se tiene en cuenta que los inmigrantes adquieren cada vez más relevancia en el ámbito laboral: las cotizaciones de extranjeros en la Seguridad Social han crecido en un 180%, según un estudio del banco.

La oficina, bautizada International Express, ofrece varias novedades: los clientes podrán abrir sus cuentas sólo con presentar el pasaporte en vigor (algunos bancos ponen trabas a los extranjeros no comunitarios) y podrán realizar sus transferencias a través de las denominadas tarjetas espejo. Mediante este sistema, el cliente que lo desee recibirá una tarjeta de débito y otra para su familiar en el país de origen, que el propio banco se encargará de enviarle. Cada vez que lo desee, la persona pedirá cargar a su cuenta un importe que el beneficiario reclamará en cualquier cajero automático de su país o en las sucursales del SCH. Las tarifas por transferencias son de 9,02 euros mínimo, algo menos de lo que cobran las agencias. La otra novedad de International Express es que abre toda la semana, mañana y tarde, para ajustarse a los horarios de los inmigrantes. El SCH estudia, además, ofrecer seguros y créditos. Si la idea triunfa, se extenderá por todo el país.

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