Crítica:MAZDA TRIBUTE 3.0 V6 TOURING | PRUEBA

Un todoterreno ligero al estilo americano

Completo y moderno, pero con una imagen convencional, aunque con el motor más potente entre los todoterrenos ligeros. Se llama Tribute, es el primer todoterreno de Mazda y tiene un precio alto, 31.749,66 euros, que lo convierte en un modelo minoritario y en cierta forma exclusivo, aunque sólo sea por la baja implantación de la marca en España.

El 4 - 4 japonés cumple el pliego de condiciones de lo que en Estados Unidos se denomina SUV (Sport Utility Vehicle), y que vienen a ser carrocerías de todoterreno con mucho espacio interior, pero combinadas con mecánicas (chasis, suspensiones...)...

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Completo y moderno, pero con una imagen convencional, aunque con el motor más potente entre los todoterrenos ligeros. Se llama Tribute, es el primer todoterreno de Mazda y tiene un precio alto, 31.749,66 euros, que lo convierte en un modelo minoritario y en cierta forma exclusivo, aunque sólo sea por la baja implantación de la marca en España.

El 4 - 4 japonés cumple el pliego de condiciones de lo que en Estados Unidos se denomina SUV (Sport Utility Vehicle), y que vienen a ser carrocerías de todoterreno con mucho espacio interior, pero combinadas con mecánicas (chasis, suspensiones...) casi de turismo para circular con confort y seguridad en asfalto. En Europa se llaman todoterrenos ligeros, con la diferencia de que allí llevan motores más potentes y cambio automático. El Tribute es fiel a estas premisas: comparte la base del Ford Maverick, que de momento no se importa en España, y monta un potente motor 3.0 V6 de gasolina con 197 CV para viajar a buen ritmo. Pero tiene también un cambio automático de cuatro marchas, muy anticuado frente a los europeos. Y unos consumos igualmente superiores a lo habitual aquí.

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Línea convencional

La línea del Tribute es discreta, aunque transmite una imagen moderna e incluso elegante. El frontal, ancho en cuña, y los grandes faros le dan presencia; los trazos suaves del lateral y la gran superficie acristalada aligeran la figura, y el portón está bien integrado. El conjunto tiene un aire muy actual, pero no destaca por nada.

El interior mantiene la discreción con un diseño muy al día, aunque sin alardes en los materiales: los plásticos grises del salpicadero son tristes y se combinan con otros negros en el cuadro de instrumentos y la consola central. No hay nada que sorprenda, pero tampoco desentona. Aporta muchos huecos para hacer fácil la vida diaria: un enorme apoyabrazos hueco y dos posavasos delante, otros dos retráctiles atrás, portagafas, dos huecos más en la consola central, bolsas en las puertas delanteras... Y además da sensación de amplitud por dentro, tanto en anchura como en altura, y espacio para las piernas: delante se viaja con comodidad, y detrás hay mucho sitio. También tiene un buen maletero, que se puede cargar abriendo la luneta trasera.

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Versión única y sólo en gasolina

El Tribute se vende en España en versión única: motor 3.0 V6 gasolina, cambio automático de cuatro marchas, tracción 4 - 4 permanente y acabado touring. Es un coche de carácter tranquilo, muy al gusto americano, pero su potencia le permite situarse entre los todoterrenos ligeros más rápidos del mercado. En realidad, está pensado sobre todo para el asfalto y ofrece unas buenas prestaciones para viajar que se corroboran con unas suspensiones bien adaptadas a la conducción en carretera, tanto por comodidad como por precisión y balanceo comedido en las curvas. La tracción 4 - 4 funciona automáticamente de forma casi instantánea, pero no incluye reductora. Y en general, aunque se defiende bien en el campo y da sensación de solidez, la altura al suelo limita el uso por los caminos de tierra.

El precio del Tribute es alto, 31.749,66 euros, por encima de los demás todoterrenos ligeros. Y aunque incluye de serie un equipamiento muy completo, no justifica unas tarifas tan elevadas. Viene con cuatro airbags, ABS, aire acondicionado, equipo de música con CD, cuatro elevalunas eléctricos, cierre centralizado... También incluye detalles menos habituales, como techo solar, tapicería de cuero, asiento del conductor eléctrico, control de velocidad de crucero, apertura del portón trasero en dos partes y hasta una completa garantía de tres años o 100.000 kilómetros, que marcan la diferencia. En cambio, le falta el mando a distancia del cierre, no puede incorporar ESP o control de estabilidad y no tiene opciones complementarias.

La gama se completará en abril con otro motor 2.0 16v. de 130 CV, que tendrá una versión con tracción delantera (4 - 2) y será bastante más asequible.

Conclusión

El Mazda Tribute es un 4 - 4 ligero de carácter tranquilo. Combina la capacidad interior y la solidez de los todoterrenos, un potente motor 3.0 V6 de gasolina y unas suspensiones que permiten viajar a buen ritmo con seguridad. No está pensado para afrontar grandes desafíos en el campo, pero circula bien en pistas de tierra. Ofrece las prestaciones de los mejores 4 - 4 ligeros y un equipamiento de serie más completo, aunque no justifica su alto precio.PRUEBA

Detalles estéticos modernos un una línea convencional. El frontal, en forma de cuña, y los grandes faros aportan un toque vanguardista.CÉSAR LUCAS ABREU

AL DETALLE

- COMPLETO Y TAMBIÉN CARO El 4×4 de Mazda es bastante más caro que los todoterrenos ligeros de venta en Europa. Aporta un equipo de serie más completo, pero no justifica la diferencia. Sólo se le acerca el Land Rover Freelander 2.5 V6, que corre más y está mejor dotado para el campo, aunque incluye dos airbags menos. El Honda CR-V y el Nissan X-Trail tienen motores 2 litros más pequeños, pero cuestan casi 6.000 y cerca de 3.000 euros menos, respectivamente. La propuesta más competitiva es el Hyundai Santa Fe 2.7, que ofrece las prestaciones del Tribute, climatizador y cambio automático/secuencial, y es 4.800 euros más barato. - UN INTERIOR FRÍO, PERO MODERNO El abuso de los tonos grises, tanto en los plásticos como incluso en las tapicerías de cuero, restan empaque y alegría al interior del Tribute, que por lo demás tiene un diseño moderno con las soluciones funcionales de los coches americanos. La posición de la palanca de cambio detrás del volante, justo frente a la consola central, está anticuada y no permite accionarlo manualmente con precisión, aunque deja más espacio libre en la zona de las piernas. Las plazas traseras también son suficientemente amplias para alojar adultos con comodidad. Por lo demás, el maletero es bastante grande y se puede ampliar abatiendo los respaldos posteriores por partes. Además, la luneta trasera se abre de forma independiente y permite cargar bultos sin abrir el portón. La zaga tiene un estilo sobrio y sencillo, aunque también moderno.

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