El alcalde acepta negociar personalmente con la Policía Municipal, pero rechaza relevar a Tardón

Álvarez del Manzano atribuye los incidentes en la manifestación a la actuación de 'provocadores'

La violenta manifestación habida el pasado jueves frente al Ayuntamiento va a marcar un punto y aparte en el conflicto que vive la Policía Municipal por la reorganización de ese cuerpo impulsada por la edil María Tardón. Los incidentes se saldaron con 18 heridos tras cargar contra los manifestantes unos 60 agentes antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, reiteró ayer que la concentración no estaba autorizada, pero aceptó negociar personalmente con la Policía Municipal. Pero el regidor rechazó destituir a Tardón, como piden los sindicatos...

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La violenta manifestación habida el pasado jueves frente al Ayuntamiento va a marcar un punto y aparte en el conflicto que vive la Policía Municipal por la reorganización de ese cuerpo impulsada por la edil María Tardón. Los incidentes se saldaron con 18 heridos tras cargar contra los manifestantes unos 60 agentes antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, reiteró ayer que la concentración no estaba autorizada, pero aceptó negociar personalmente con la Policía Municipal. Pero el regidor rechazó destituir a Tardón, como piden los sindicatos.

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Álvarez del Manzano se vio obligado ayer, durante la rueda de prensa posterior a la Comisión de Gobierno, a abordar de nuevo el asunto de los incidentes ocurridos el pasado jueves cuando un grupo de 60 antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía disolvió con dureza una concentración de unos 2.000 agentes municipales concentrados en la calle Mayor, al no poder acceder a la plaza de la Villa. La violencia de la carga de los antidisturbios, que lanzaron gases lacrimógenos y pelotas de goma, causó 18 heridos, cifra que los sindicatos elevan a 38. La manifestación coincidió con la celebración del pleno municipal, donde el alcalde se negó a hacer un receso como le pidieron los portavoces de la oposición, Inés Sabanés y Rafael Simancas. Los concejales de IU y PSOE abandonaron el pleno y bajaron a mediar ante los antidisturbios.

El alcalde desveló ayer que durante los incidentes estuvo en contacto con el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, a través de la concejal María Tardón. Los sindicatos responsabilizan a ésta, tercera teniente de alcalde, de imponer una reorganización del cuerpo sin contar con el consenso y los medios para ello.

Tras las críticas surgidas por la dureza de los enfrentamientos entre policías nacionales y municipales, Álvarez del Manzano señaló que hay que 'sacar la conclusión de que lo mejor es volver a dialogar'. A continuación, el regidor manifestó ayer que nunca tendrá 'inconveniente en dialogar con las personas, si lo piden'. 'Desde luego, lo haré con la señora Tardón', matizó.

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El alcalde afirmó que había dado instrucciones a Tardón para que reinicie las negociaciones, junto con la concejal de Personal, Begoña Larrainzar, y Pedro Bujidos, quinto teniente de alcalde y concejal de Hacienda. 'Analicemos con frialdad los acontecimientos. Estamos abiertos a la negociación con los responsables sindicales, les hemos convocado y les seguimos convocando', afirmó el alcalde. Pero los sindicatos responsabilizan a Tardón de la radicalización del conflicto y se niegan a negociar con ella.

Álvarez del Manzano enfatizó que 'la concejal tiene el apoyo de todo el equipo de gobierno' y aseguró que los incidentes fueron causados por 'provocadores'. 'La policía no puede actuar así, dando la impresión de impunidad respecto de la legislación vigente', afirmó el alcalde en relación a que la concentración no estaba autorizada por la Delegación del Gobierno en Madrid.

El delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, se manifestó en similares términos en declaraciones a RNE: 'Es lamentable que un fin de semana la Policía Municipal se permita organizar colapsos de circulación en Madrid, otro día lance huevos contra las instituciones, y lo de ayer, por supuesto, fue una auténtica provocación' .

Según el delegado gubernativo, los antidisturbios actuaron 'casi 40 minutos después de que empezara el conflicto'. 'No hubo más remedio que actuar para abrir la calle para evitar que, por otra parte, pudieran invadir el Ayuntamiento si, efectivamente, llegaban a la plaza de la Villa, porque así lo habían dicho ellos'. Los manifestantes no pudieron acceder a esa plaza porque todo el recinto se encontraba rodeado por una doble fila de vallas. Además, la calle Mayor estaba parcialmente cortada al tráfico para facilitar el paso de los carruajes que componían una comitiva de seis embajadores que debían presentar sus cartas credenciales al Rey en el palacio de Oriente. Un acto que suele concentrar a curiosos en las aceras por lo vistoso de la comitiva, con los caballos de la Guardia Real engalanados con vistosos penachos. Pero el enfrentamiento entre los policías impidió que dos de los embajadores pudieran pasar por el itinerario previsto.

'La decisión de actuar con dureza estaba tomada desde el día anterior a la concentración. Tengo la convicción de se trata de una decisión política tomada en connivencia entre el alcalde y la Delegación del Gobierno', afirma Inés Sabanés, portavoz de IU. 'Primó el miedo a que los policías municipales entraran en el pleno, antes que una visión de conjunto en la que se tuvieran en cuenta todos los actos previstos en Madrid con la presentación de cartas credenciales al Rey y la visita de un mandatario extranjero [Simón Peres]. Si en lugar de vallar la plaza de la Villa, se les deja concentrarse ahí, no habría habido incidentes tan graves'.

Rajoy comparecerá en el Congreso

PSOE e IU pidieron ayer el relevo del delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, por los violentos incidentes ocurridos al disolver los antidisturbios una concentración de 2.000 policías municipales durante la realización del pleno municipal, el pasado jueves.

Jesús Caldera, portavoz parlamentario del PSOE, solicita la comparecencia urgente del ministro del Interior, Mariano Rajoy, en el Congreso para que explique los incidentes. Caldera compareció ante los medios de comunicación acompañado del secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Rafael Simancas, y anunció que demandará a Rajoy el relevo de Ansuátegui, al considerar que la responsabilidad no es de los antidisturbios, sino de quienes les impartieron las órdenes para que cargaran contra los policías municipales.

Inés Sabanés, portavoz de IU en el Ayuntamiento y ex diputada de esa coalición, anunció que IU también pedirá la comparecencia del ministro del Interior. 'La actuación de los antidisturbios ha sido premeditada, desmesurada y desproporcionada', afirmó Sabanés. Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, calificó de 'inaceptable' la carga policial. Según Llamazares, 'la imagen de ver policías aporreando a policías vale más que mil palabras'. Tanto Sabanés como Simancas pidieron al alcalde, José María Álvarez del Manzano, que hiciera un receso en la sesión del pleno municipal, así como que en su calidad de responsable máximo de la Policía Municipal bajara a la plaza de la Villa a poner fin a la 'batalla campal' que había entre los dos cuerpos de policía. Pero Álvarez del Manzano se negó. Ayer el alcalde reiteró que su obligación era permanecer en el pleno y criticó la actuación de los ediles de la oposición que se plantaron ante los antidisturbios para que dejaran de pegar a los policías municipales. Álvarez del Manzano calificó esa actuación de 'demagógica'.

Sabanés discrepó del regidor: 'El alcalde es el jefe de la Policía Municipal y su primera obligación era desactivar una espiral de violencia que crecía y crecía y no se veía solución', afirmó.

Rafael Simancas, por su parte, manifestó que el grupo socialista llevará al próximo pleno una propuesta formal solicitando la destitución de la concejal de Policía Municipal, María Tardón, por haber sido 'incapaz de mantener un clima de diálogo razonable con los sindicatos policiales'.

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