El PSC mantiene abierta la puerta a CiU en un futuro gobierno de Maragall

ICV y ERC advierten que Cataluña necesita cambio, no continuismo

Los socialistas catalanes mantienen abierta la posibilidad de que CiU participe en un futuro Gobierno de la Generalitat presidido por Pasqual Maragall. Lo explicó como política oficial del partido el primer secretario socialista, José Montilla, en la última reunión del Consejo Nacional del PSC, celebrada hace dos semanas. Y lo repitió ayer en público el propio Maragall, en una entrevista radiofónica. La particularidad de esta última toma de posición estriba en que se produce una semana después de que Iniciativa Verds, uno de los aliados con que cuenta el PSC, dejara claro que no participará en...

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Los socialistas catalanes mantienen abierta la posibilidad de que CiU participe en un futuro Gobierno de la Generalitat presidido por Pasqual Maragall. Lo explicó como política oficial del partido el primer secretario socialista, José Montilla, en la última reunión del Consejo Nacional del PSC, celebrada hace dos semanas. Y lo repitió ayer en público el propio Maragall, en una entrevista radiofónica. La particularidad de esta última toma de posición estriba en que se produce una semana después de que Iniciativa Verds, uno de los aliados con que cuenta el PSC, dejara claro que no participará en un gobierno que incluya a CiU.

La mano abierta de Maragall a CiU para después de las próximas elecciones autonómicas inquieta a los otros dos partidos de la izquierda, ERC e ICV. El presidente de ICV, Joan Saura, reiteró ayer su rechazo a esta eventualidad. 'Eso no sería cambio, sería continuidad', afirmó. Y lo que a su juicio Cataluña necesita imperiosamente 'por higiene democrática', agregó, 'es cambiar a los protagonistas de 22 años de gobiernos con políticas equivocadas, clientelismo y corrupción'.

También ERC expresó su rechazo con claridad. Y eso a pesar de que ERC defendió hasta hace un año un acuerdo entre CiU, el PSC y la propia ERC para la presente legislatura. Ahora estima, sin embargo, que un pacto entre el PSC y CiU tras las próximas elecciones autonómicas sería 'puro continuismo', según explicó ayer el portavoz republicano, Joan Ridao.

La argumentación de Ridao es que los socialistas les dan 'la razón' cuando sostienen por boca de sus principales dirigentes que 'no se puede descartar nada' en las previsiones de futuras alianzas. Dicho esto, el portavoz de ERC dejó claro también, no obstante, que un hipotético pacto CiU-PSC en el año 2003 es un escenario que no les gusta, 'porque significaría mantener el statu quo imperante en la política catalana desde los inicios de la transición'. Es decir, el reparto de la gobernación entre estos dos grandes partidos.

El deseo de Maragall, según lo expresó ayer, es formar en la Generalitat un gobierno del PSC, ERC e ICV, 'como el del Ayuntamiento de Barcelona'. Esta es la alianza que permitió formar la coalición Entesa Catalana de Progrés en las últimas elecciones legislativas y la que después ha permitido llegar en el Parlament al acuerdo de los tres partidos de la izquierda para la mejora del autogobierno.

Pero no es la única posibilidad. El propio Maragall recordó que, tras las primeras elecciones municipales democráticas, las de 1979, CiU formó parte inicialmente del equipo de gobierno municipal, pese a que el PSC, el PSUC y ERC disponían de una amplia mayoría en aquel consistorio. Pero CiU abandonó el pacto cuando se acercaban las elecciones autonómicas, precisamente para presentarse como alternativa del centro derecha frente a socialistas, comunistas y republicanos.

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La situación actual es que, a diferencia de 1999, cuando Maragall preconizaba únicamente un gobierno de los tres partidos de la izquierda catalana, los socialistas prefieren concurrir a las próximas elecciones sin cerrarse ninguna posible combinatoria a la hora de pactar apoyos. 'Lo único que se excluye es un pacto con el PP', aseguran las fuentes socialistas.

Los sondeos de opinión muestran que un pacto entre el PSC y CiU tiene una alta aceptación entre los electores socialistas. El 80% lo apoya. Algunos dirigentes del PSC especulan, además, con la eventualidad de que una derrota de CiU en las elecciones autonómicas rompa la federación que a su juicio se ha mantenido unida durante dos décadas por las ventajas que da disfrutar del poder. Y piensan que esa ruptura puede permitir, quizá, ofrecer un pacto a uno solo de los dos partidos que la forman.

Aunque los sondeos sobre intención de voto son favorables a los socialistas, Saura interpretó la apertura del abanico de las alianzas realizada por los dirigentes del PSC como una falta de confianza en la victoria, en que es posible conseguir una clara mayoría de izquierdas en el Parlament. 'Si tenemos fe en el electorado de izquierdas', dijo, 'tendremos una holgada mayoría'.

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