Bayer busca socios para su negocio de productos farmacéuticos

El presidente no descarta ampliar el acuerdo con Glaxo a otras áreas

La compañía química y farmacéutica alemana Bayer está buscando socios para 'partes, productos o incluso el conjunto' de su división de productos para la salud, según anunció la semana pasada su presidente, Manfred Schneider, en una entrevista concedida a EL PAÍS y a otros dos periódicos europeos. 'Estamos apostando cada vez más por cooperaciones, tanto en el desarrollo como en la distribución de medicamentos', sostuvo el directivo, de 64 años, quien a finales de abril entregará la presidencia a su sucesor designado, Werner Wenning.

Bayer acusa en sus cuentas el impacto de la retirada, e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La compañía química y farmacéutica alemana Bayer está buscando socios para 'partes, productos o incluso el conjunto' de su división de productos para la salud, según anunció la semana pasada su presidente, Manfred Schneider, en una entrevista concedida a EL PAÍS y a otros dos periódicos europeos. 'Estamos apostando cada vez más por cooperaciones, tanto en el desarrollo como en la distribución de medicamentos', sostuvo el directivo, de 64 años, quien a finales de abril entregará la presidencia a su sucesor designado, Werner Wenning.

Bayer acusa en sus cuentas el impacto de la retirada, el año pa-sado, del medicamento contra el colesterol Lipobay. Consumido junto a fármacos contra los triglicéridos que contienen gemfibroci-lo, Lipobay ha sido asociado a la muerte de cerca de 100 personas. La compañía, que en los correspondientes procesos judiciales negará una relación causa-efecto y mantendrá haber actuado responsablemente, esperaba que este medicamento arrojara ventas superiores a 2.000 millones de euros y beneficios de explotación por más de 1.000 millones. Esta pérdida de ingresos ahora acelera la búsqueda de socios para el negocio farmacéutico.

Más información

'Estamos desarrollando sustancias muy prometedoras, por ejemplo, para la lucha contra el cáncer, pero no contamos con las posibilidades financieras para hacerlo solos', manifestó Schneider. Un ejemplo de cooperación -en este caso, en lo que se refiere a la distribución de un medicamento- es el acuerdo alcanzado con el competidor Glaxo para la distribución de Vardenafil, un fármaco en contra de disfunciones erectiles que deberá competir con el Viagra de Pfizer. Otro son las negociaciones que se mantienen con Aventis para aunar fuerzas en el negocio del plasma sanguíneo.

Otras alianzas

Schneider no descarta que el acuerdo con Glaxo pueda extenderse también a otras áreas, pero no cree que ello pueda conducir algún día a una fusión entre ambas compañías. 'En este caso, nosotros sólo tendríamos el 20% del capital, con lo que no nos damos por satisfechos', sostuvo el directivo. La división de productos de salud de Bayer factura en torno a 11.000 millones de euros, y los socios ideales deberán ser menores: 'No estamos pensando en empresas del orden de GlaxoSmithKline o Pfizer, sino más bien en compañías con una facturación del orden de 6.000 millones de euros, a las cuales posiblemente les falte la masa crítica para ser competitivas a largo plazo. Aquí podríamos seguir manteniendo la dirección empresarial'. Bayer, a finales de enero salió a Bolsa en Nueva York, y con este paso se ha hecho con acciones como moneda de cambio para adquisiciones en América. 'De especial interés para la compañía resultan empresas que puedan seguir mejorando nuestra posición en Estados Unidos', confirmó el directivo.

El año pasado, Bayer anunció una reestructuración para dar un máximo de autonomía bajo un único mando estratégico a sus cuatro divisiones: productos de salud, química, polímeros y agroquímica. Esta última división se ha fortalecido con la adquisición, aún por cerrar, de Aventis CropScience. 'Esperamos la autorización de la Comisión Europea para finales de marzo', sostuvo Schneider. Otro aspecto de la reordenación es la venta de diversos negocios menores, como Haarman & Reimer, Rhein Chemie Rheinau y una participación en PolymerLatex. Los analistas estiman que la compañía podría ingresar cerca de 2.000 millones de euros con estas ventas, una 'especulación' que Schneider no quiso confirmar.

El directivo, quien está al frente de una industria que suele adelantar los cambios en la coyuntura, es escéptico sobre una pronta recuperación económica en Alemania: 'Nosotros creemos que, como muy temprano, habrá una mejora en el cuarto trimestre de 2002'.

Archivado En