El 'número dos' de CC OO advierte de que su destitución abriría 'una crisis irresponsable'

Los líderes de tres federaciones piden que no se quiebre el consenso en el seno de la mayoría

El número dos de CC OO, Rodolfo Benito, lanzó ayer una advertencia al líder de la central, José María Fidalgo, y afirmó que su destitución abriría 'una crisis irresponsable' y de incalculables consecuencias en el seno del sindicato. Con ello apuntó la posibilidad de que el enfrentamiento derive en un congreso extraordinario. Una segunda llamada de atención fue lanzada por los líderes de tres federaciones que apoyan a Benito (Construcción, Madrid y Actividades Diversas), con la petición de que se mantenga el consenso alcanzado por la mayoría hace dos años.

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El número dos de CC OO, Rodolfo Benito, lanzó ayer una advertencia al líder de la central, José María Fidalgo, y afirmó que su destitución abriría 'una crisis irresponsable' y de incalculables consecuencias en el seno del sindicato. Con ello apuntó la posibilidad de que el enfrentamiento derive en un congreso extraordinario. Una segunda llamada de atención fue lanzada por los líderes de tres federaciones que apoyan a Benito (Construcción, Madrid y Actividades Diversas), con la petición de que se mantenga el consenso alcanzado por la mayoría hace dos años.

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José María Fidalgo sigue en periodo de reflexión sobre la resolución de la crisis abierta con su número dos y responsable de organización y comunicación. Ayer se limitó a asegurar que es dueño de sus silencios, a no negar que existen abiertas discrepancias entre ambos y a declarar que 'cualquier propuesta de modificación de los órganos de dirección la tiene que decidir la ejecutiva'.

Rodolfo Benito sí reconoció abiertamente esas discrepancias, que, a su juicio, 'son compatibles con la lealtad al proyecto de CC OO'. En concreto, subrayó que no está de acuerdo con que la iniciativa del diálogo social la lleve el Gobierno, o con el proceso de alejamiento de UGT, en el que encuentra responsabilidades de los dos sindicatos. Para el número dos de la central, esas diferencias se deben resolver mediante 'debates sobre la política del sindicato y sobre la gestión'. En ningún caso con su destitución. Y lanzó este aviso: 'Cualquier cambio en los órganos de dirección quiebra el consenso del congreso' del año 2000. La alianza que cerraron entonces Benito y Fidalgo permitió a éste acceder a la secretaría general y tomar el relevo de Antonio Gutiérrez.

Una apelación a ese consenso fue también expresada ayer por los líderes de construcción y actividades diversas, dos federaciones proclives a Benito. Fernando Serrano y Rafael Hueso difundieron un comunicado en el que expresan su sorpresa ante una eventual destitución del número dos del sindicato. Según afirman, en la reunión que mantuvieron el miércoles con Fidalgo éste les trasladó que 'está realizando una reflexión personal, pero relacionada con distintos aspectos del trabajo sindical, y no con posibles cambios en el secretariado confederal'. No obstante, Serrano tiene indicios de que a otros dirigentes les ha trasladado el mensaje opuesto.

La opinión de esas dos federaciones es 'contraria totalmente a cualquier medida que quiebre el consenso alcanzado en el seno de la mayoría confederal y que afectaba al conjunto del secretariado'.

El secretario general de Madrid, Javier López, también mantuvo un encuentro el miércoles con Fidalgo, del que salió confiado porque le pareció entender que no se iba a producir una destitución. Ante esa hipótesis, López manifestó al líder del sindicato que las diferencias que puedan existir las resuelvan con todos los debates que sean necesarios. Las tres federaciones y Rodolfo Benito apuntaban ayer que la destitución del responsable de organización y comunicación provocaría 'una crisis de imprevisibles consecuencias', e incluso abriría la posibilidad de un congreso extraordinario.

Congreso extraordinario

Según los estatutos, la convocatoria de un congreso extraordinario la puede promover el consejo confederal (120 miembros) por mayoría absoluta o las organizaciones territoriales y federativas que sumen, al menos, dos tercios de los cotizantes, un respaldo que no alcanza Benito, a no ser que tenga el apoyo del sector crítico, que lidera Agustín Moreno.

La respuesta que darán 'depende de la agresión que se produzca' y de la decisión que adopte José María Fidalgo tras las consultas que está manteniendo con los dirigentes del sindicato.

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