vSemifinales de la Copa del Rey, partidos de vuelta | FÚTBOL

Choque de modelos

Por un momento, la Copa regresará hoy a su condición épica, a la liturgia que perdió años para terminar orillada por la Liga y la Copa de Europa. Siempre a trasmano, parece una competición atacada por algún extraño sentimiento de culpabilidad. Se le buscan fechas y formatos, y ni tan siquiera dispone de un escenario fijo para disputar las finales, condenada a una trashumancia que le hace demasiado daño. Esa especie de decreto de exilio -un año se juega la final en Valencia, luego en Sevilla, más tarde en Madrid...- es el peor síntoma de una competición mal cuidada. Y, sin embargo, los aficiona...

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Por un momento, la Copa regresará hoy a su condición épica, a la liturgia que perdió años para terminar orillada por la Liga y la Copa de Europa. Siempre a trasmano, parece una competición atacada por algún extraño sentimiento de culpabilidad. Se le buscan fechas y formatos, y ni tan siquiera dispone de un escenario fijo para disputar las finales, condenada a una trashumancia que le hace demasiado daño. Esa especie de decreto de exilio -un año se juega la final en Valencia, luego en Sevilla, más tarde en Madrid...- es el peor síntoma de una competición mal cuidada. Y, sin embargo, los aficionados están dispuestos a valorar la Copa como se merece. Basta que se mezcle un poco de tradición, de vieja rivalidad, de memoria, para que se disparen las emociones y retorne el aroma de la competición más impredecible y directa.

Todo esto ocurre con el duelo que hoy mantendrán el Madrid y el Athletic. Ya sucedió en Bilbao, donde la Copa es una especie de patrimonio sentimental, y ocurrirá en el Bernabéu. En el estadio se enfrentarán dos viejos equipos cargados de historia, con la particularidad de representar modelos muy diferentes. Al Madrid cosmopolita y lujoso, según una idea que viene de lejos, se opondrá el Athletic que se resiste a abandonar su vinculación con los jugadores de la tierra. Este choque de modelos añade más atractivo a un partido que ha despertado una expectación enorme entre las dos hinchadas.

El Madrid sale favorito. Juega en casa y cuenta con varios de los mejores jugadores del planeta. Enfrente tendrá a un equipo dispuesto a defender el pabellón como lo hicieron los célebres once aldeanos que batieron al Madrid de Di Stéfano en la final de 1958, la última que ha enfrentado a estos dos clásicos del fútbol español.

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