Los vecinos denuncian que un gimnasio se utiliza como sala 'after hours'

Los vecinos del distrito de Salamanca han denunciado al Ayuntamiento que un piso situado en la calle del Marqués de Ahumada esquina con la plaza de María Pignatelli con licencia para gimnasio encierra los fines de semana un after hours. La policía ha corroborado la denuncia. La sala está alquilada a nombre de una sociedad, y uno de sus propietarios ya fue sancionado por abrir otro local similar en Fuencarral. Los agentes visitaron ayer la sala y la encontraron llena de personas bailando.

A mediados del pasado mes de diciembre, uno de los locales que hay en el primer piso del núme...

Los vecinos del distrito de Salamanca han denunciado al Ayuntamiento que un piso situado en la calle del Marqués de Ahumada esquina con la plaza de María Pignatelli con licencia para gimnasio encierra los fines de semana un after hours. La policía ha corroborado la denuncia. La sala está alquilada a nombre de una sociedad, y uno de sus propietarios ya fue sancionado por abrir otro local similar en Fuencarral. Los agentes visitaron ayer la sala y la encontraron llena de personas bailando.

A mediados del pasado mes de diciembre, uno de los locales que hay en el primer piso del número 11 del Marqués de Ahumada (distrito de Salamanca), fue alquilado por una sociedad llamada Cable Conexión, SL, para albergar un gimnasio. Pero el uso no ha sido ese: los sábados por la mañana cientos de jóvenes acuden a este local para, entre otras cosas, bailar al alto volumen de una música estridente, según denuncian los vecinos y corrobora la Policía Municipal. Uno de los titulares de Cable Conexión es Jesús Amado, sancionado hace cuatro meses por abrir otro after hours ilegal en un chalé del barrio de Mirasierra (Fuencarral-El Pardo). Según fuentes de la Policía Municipal, Amado tiene además 'amplios antecedentes en actividades ilegales similares'. El otro socio de Cable Conexión es María Olegaria Arnau, madre de Jesús Amado.

'Está claro que es un after hours al que pretenden dar por fuera la apariencia de gimnasio', relata uno de los vecinos del inmueble. De hecho, en la fachada del edificio figura un cartel que reza Gimnasio Géminis. 'La música se oye muy fuerte. Sólo abren los sábados por la mañana y hemos visto a gente consumiendo cocaína en el rellano', afirma un vecino. La entrada, está custodiada por dos personas. Entrar cuesta 12 euros.

Denuncias

Ante las denuncias vecinales, la Policía Municipal ha realizado en los últimos meses varias inspecciones en el after hours y ha remitido sus conclusiones a la Junta Municipal del distrito de Salamanca. La última inspección se realizó ayer, cuando un centenar de jóvenes se encontraban dentro del local: 'Tenemos una carpeta llena de infracciones. El local incumple todo: es ilegal tener una discoteca en un piso. No tiene salida de incendios ni seguro. Dentro hay una barra donde se sirve alcohol, una máquina para hacer hielo, un potente equipo de música. La Junta ya tiene el informe, y cuando quiera puede cerrarlo', explican fuentes de la Policía Municipal.

En el mismo edificio están los Servicios de Salud Mental de Chamartín, cuya directora mandó una carta al concejal de Salamanca mostrando su preocupación por la apertura del after hours. 'No soy un sinvergüenza. Lo que hago es abrir entre semana el local como un gimnasio y los sábados por la mañana doy una fiesta para los socios', explica Amado. Y añade: 'Nos reunimos unas cien personas que nos gusta divertirnos. No molestamos, porque en el local sólo hay empresas y no vive nadie. Que dejen a la gente vivir en paz'.

Javier de las Heras, abogado de Jesús Amado, ha presentado las alegaciones a la Junta de Salamanca para evitar el cierre del local: 'Lo que pedimos es que nos pongan una multa por celebrar una fiesta sin permiso municipal, pero que no cierren el local, porque tiene licencia de gimnasio y así funciona entre semana', explica De las Heras.

Los vecinos, en cambio, están alarmados ante el ambiente que, según ellos, ha generado el after hours en el barrio. 'En la fiesta que hicieron en fin de año tomaron todo el edificio. Tenemos miedo, porque hemos recibido amenazas', explica un vecino. Y añade: 'Los clientes del local aparcan el coche en segunda fila y colapsan la zona'.