Solidaridad vecinal

A propósito de la polémica sobre el centro Hontza, se oye decir repetidamente a los vecinos de Zamakola que 'por qué no ponen un centro como este en Indautxu'. Como respuesta, habrá que volver a decir lo ya dicho en varios lugares: en Indautxu, entre otros recursos sociales, existe un comedor social en el que se atiende diariamente a más de cien personas, entre ellas personas drogodependientes, inmigrantes sin techo, y en general con falta de recursos económicos. Ni que decir tiene que son asiduas a este comedor bastantes personas que acuden a Hontza. El comedor está situado entre dos colegios...

A propósito de la polémica sobre el centro Hontza, se oye decir repetidamente a los vecinos de Zamakola que 'por qué no ponen un centro como este en Indautxu'. Como respuesta, habrá que volver a decir lo ya dicho en varios lugares: en Indautxu, entre otros recursos sociales, existe un comedor social en el que se atiende diariamente a más de cien personas, entre ellas personas drogodependientes, inmigrantes sin techo, y en general con falta de recursos económicos. Ni que decir tiene que son asiduas a este comedor bastantes personas que acuden a Hontza. El comedor está situado entre dos colegios, y en una zona de bares de alto nivel social.

Sin embargo, los muchos problemas que sufren estas personas no impide que mantengan un elevado nivel de sensatez y comportamiento respetuoso entre ellos y especialmente con el vecindario. En cuarenta años que el comedor lleva abierto, sin cerrar un sólo día, no ha habido incidentes reseñables ni problemas con la gente del barrio. Al contrario, el barrio se ha volcado en la colaboración, y es habitual que se acerquen personas a traer ropa, dinero, o su tiempo como voluntarios. Además, un colegio cercano realiza anualmente una campaña de recogida de alimentos para el comedor. Gracias a centros como este, los barrios pueden descubrir que la solidaridad es un indicador importante de la calidad de vida.