Columna

Profesionales

Tiene Buenos Aires un museo donde los niños podían jugar a ser aviador, cartero, secretaria, colectivero, bióloga... y en el que quizá ahora ya enseñen a tramitar un visado para España. En La Madre Patria no es que esté fácil el laburo para profesionales, pero algo se encontrará . Por eso, en los restaurantes para clases medias e intelectuales de Corrientes se celebran despedidas todos los días.

Quienes desde acá emprendieron el éxodo en pos de sustento rumbo a Argentina, o luego a la Europa que se rehacía de la guerra, procedían principalmente de los barrios obreros, del vaciado de los...

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Tiene Buenos Aires un museo donde los niños podían jugar a ser aviador, cartero, secretaria, colectivero, bióloga... y en el que quizá ahora ya enseñen a tramitar un visado para España. En La Madre Patria no es que esté fácil el laburo para profesionales, pero algo se encontrará . Por eso, en los restaurantes para clases medias e intelectuales de Corrientes se celebran despedidas todos los días.

Quienes desde acá emprendieron el éxodo en pos de sustento rumbo a Argentina, o luego a la Europa que se rehacía de la guerra, procedían principalmente de los barrios obreros, del vaciado de los pueblos . Hoy recibimos 'gente de carrera' del Este y el Oeste, como cuando el exilio republicano o la diáspora latinoamericana de los 70 huyendo de los tiranos (son ya vecinos el pintor y la profesora porteños que venden ropa de forma ambulante; el epidemiólogo cubano de la paraeta; el ingeniero ruso que aprende a colocar azulejos...)

El Gran Timonel en China o los jemeres rojos en Camboya decretaron que se reeducara en el campo a las 'hediondas autoridades sabias', y se abrió un inmenso abismo en el entramado social y profesional que probablemente no han podido superar todavía. Ahora, sin la coartada ideológica, en los países de origen de estos nuevos emigrantes 'de cuello blanco' la sangría es imparable. Y su desaprovechamiento, entre nosotros, obvio aunque puede que también inevitable. Y eso que los atribulados tiempos que les ha tocado vivir han sido una excelente escuela de formación profesional en polivalencias. Lo pintó Quino para Viva, la revista de Clarin: enfermera consolando a un acongojado paciente, mientras señala a un tipo vestido de sanitario que blande descomunal jeringa: 'Usted sabe lo que ocurre hoy con el tema del trabajo temporario: al joven médico que iba a hacerle la punción de tiroides le tocó guardia en el departamento de la inmobiliaria de la que es vendedor; pero no se preocupe: aquí, este joven camillero trabajó un mes en un grill y con eso de las brochetas aprendió a darse maña con cualquier cosa que haya que andar pinchando'.

Qué inmenso desperdicio...

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