RTVV, el 'éxito' de ser la menos vista

Tele 5 consolida su posición líder como la televisión más vista en la Comunidad (sin fútbol) con la misma contundencia con la que Canal 9 se hace fuerte en la última posición de la tabla. Los datos de Sofres referidos a 2001 arrojan una media de audiencia del 21,2% para Tele 5, un 20,6% para Antena 3 y TVE, y el 18,7% para Canal 9. De los doce meses del año, Tele 5 ha sido la cadena más vista en siete; TVE, en tres; Antena 3, en dos y Canal 9 en ninguna ocasión. Esta situación es 'un éxito' para el director general de RTVV, José Vicente Villaescusa, tal como lo manifestó por escrito el pasado...

Tele 5 consolida su posición líder como la televisión más vista en la Comunidad (sin fútbol) con la misma contundencia con la que Canal 9 se hace fuerte en la última posición de la tabla. Los datos de Sofres referidos a 2001 arrojan una media de audiencia del 21,2% para Tele 5, un 20,6% para Antena 3 y TVE, y el 18,7% para Canal 9. De los doce meses del año, Tele 5 ha sido la cadena más vista en siete; TVE, en tres; Antena 3, en dos y Canal 9 en ninguna ocasión. Esta situación es 'un éxito' para el director general de RTVV, José Vicente Villaescusa, tal como lo manifestó por escrito el pasado día 2. Es más, Villaescusa pretendió igualar la audiencia de Canal 9 con Antena 3 y TVE, sumando la audiencia de Canal 9 y Punt Dos para que saliera una cifra similar y, además, apartar a la segunda cadena autonómica del estigma de La 2 sobre la que sí señaló abiertamente el 7,2% de audiencia media obtenida en 2001. De la misma forma, Villaescusa reforzó su concepto de 'éxito' comparando la televisión pública autonómica valenciana (es decir los dos canales sumados) con las audiencias del resto de televisiones autonómicas, cuando no todas tienen segundo canal. Aún así, gana por goleada TV3 (se entiende que Villaescusa no le añade los datos correspondientes a Canal 33), que además de su audiencia en Cataluña también arranca espectadores de la Comunidad Valenciana y se coloca la primera de la tabla con el 21,8% (por encima de la media anual de Tele 5).

Villaescusa cantó las glorias de RTVV el pasado día 2 -incluyendo buenas nuevas del año recién estrenado pero obviando referirse al desastre de audiencia del especial de Nochevieja, que sólo vieron 16.000 espectadores-, tres días después de que el diario Cinco Días publicara en sus páginas de opinión un demoledor artículo sobre la financiación y bula de endeudamiento de RTVE que firmaba José Barea, ex jefe de la Oficina Presupuestaria de Presidencia del Gobierno, y que, por sintetizar, advertía que el sistema no puede ni debe soportar que 'la asunción de la deuda de RTVE por el Estado supondrá elevar el déficit público un 1% del PIB'. ¿Cuánto supondría eso en las cuentas de la Comunidad si el endeudamiento acumulado supera los 50.000 millones de pesetas y el doble sistema de financiación es idéntico al de la televisión pública estatal? José Vicente Villaescusa no quiso ser él quien en esta página defendiera el modelo de números rojos del ente público valenciano por entender, según su portavoz de relaciones externas, 'que era una descortesía para otros directores generales de televisiones medirse con un miembro del Consejo de Administración', en referencia a Miguel Mazón. Pero los representantes del PP en ese consejo tampoco quisieron pronunciarse, porque en el último momento decidieron 'que no es el momento político de hablar del modelo de RTVV', después de una semana de gestiones.

Seguramente, en la línea de lo políticamente incorrecto según el PP y la dirección de RTVV, la última carta dirigida a la atención del presidente de la Generalitat y firmada por los miembros del comité de redacción de Canal 9 tiene fecha del 19 de diciembre de 2001. Como las más de 140 anteriores, no ha tenido respuesta. Y, salvo en la fecha, las diferencias se perciben sólo en el cada vez más contundente tono de hartazgo, crítica y condena de prácticas que han convertido a RTVV en un saco sin fondo por el que caen a no se sabe dónde los millones de pesetas por decenas de miles y han hecho del ente público autonómico el más perfecto referente de aquello que no debe ocurrir.

Falta de democracia, censura al más puro estilo de la dictadura, contratos a dedo (no sólo de estrellas sino también de redactores, baste comprobar como la concejal por el PP de un ayuntamiento del área metropolitana se ha convertido en reportera sin que conste al comité de empresa tipo de contrato o inscripción previa en bolsa de trabajo), manipulación, programas basura, improvisado asilo de estrellas que ya no lo son para otras televisiones y que buscan la subvención de manos de la Generalitat Valenciana, aunque la audiencia esté por debajo del 5%, escandalosa desproporción entre las apariciones del presidente y los máximos representantes del Consell respecto de las de los líderes de la oposición (muy por encima de la manipulación que el PSPV-PSOE pudo ejercer cuando estaba al frente del Gobierno y a la que algunos se retrotraen para excusar su actual práctica). De todo ello -además de la preparación (alguno de los que mejor calificación han conseguido en las oposiciones son clientes de la temporalidad más arbitraria y enquistada de RTVV o padecen un exilio laboral en el que realizan trabajos alejados de sus probadas capacidades), inquietud y propuestas- quieren hablar los comités de empresa y de redacción de Canal 9 y Ràdio 9. Pero sus máximos responsables entienden que ante el éxito financiero y de audiencia que vive el ente, no hay nada que discutir.