Crítica

Nagy salva al Barça del desastre

El Ciudad Real dilapida ocho goles de ventaja

La situación era dramática para el Barcelona cuando, a falta de 18 minutos, el Ciudad Real le ganaba por ocho goles (22-30). Su eliminación de la Copa Asobal, que ha ganado en sus dos últimas ediciones, parecía irremediable. Sin embargo, le bastó que al final Thomas Svensson se entonara, Laszlo Nagy mantuviera la efectividad que esgrimió durante todo el partido, Andréi Chepkin pusiera la directa y Enric Masip tomara el mando para que la situación diera un vuelco espectacular a su favor.

El Barça ganó, pues, al Ciudad Real de Vujovic. Pero no lo mereció. Fue un equipo desorientad...

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La situación era dramática para el Barcelona cuando, a falta de 18 minutos, el Ciudad Real le ganaba por ocho goles (22-30). Su eliminación de la Copa Asobal, que ha ganado en sus dos últimas ediciones, parecía irremediable. Sin embargo, le bastó que al final Thomas Svensson se entonara, Laszlo Nagy mantuviera la efectividad que esgrimió durante todo el partido, Andréi Chepkin pusiera la directa y Enric Masip tomara el mando para que la situación diera un vuelco espectacular a su favor.

El Barça ganó, pues, al Ciudad Real de Vujovic. Pero no lo mereció. Fue un equipo desorientado, sin tono defensivo ni identidad hasta el último cuarto de hora. Y durante la mayor parte del encuentro el control del juego estuvo en manos del central internacional Perez Canca y de los laterales Mariano Ortega, Iker Romero y Sergei Pogorelov, que encontraron el soporte idóneo en su guardameta, Jordi Núñez.

BARCELONA 36| CIUDAD REAL 35

Barcelona: Svensson (Barrufet); Nagy (8), Bojinovic (2), O'Callaghan (3), Hernández (1), Ferrer (2), Franzen (3) (equipo inicial), Ortega (3), Entrerríos (3), Guijosa (2), Masip (6) y Chepkin (3). Ciudad Real: Núñez (Wiechers); Urdiales (3), Trives (3), Iker Romero (6), Ortega (5), Pérez Canca (2), Uríos (2) (equipo inicial), Fog (5), Hjermind (3), Pogorelov (3) y Julio Muñoz (3). Parciales cada 5 minutos: 1-2, 6-4, 8-9, 10-13, 14-17, 15-20, 18-22, 21-28, 24-30, 28-32, 32-34 y 36-35. Árbitros: San José y Rodríguez. 5.000 espectadores.

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Sin embargo, al cabo se demostró que el Ciudad Real es un equipo todavía demasiado joven y excesivamente frágil si no puede contar con Duishebáev. Cuando el Barcelona comenzó a remontar la diferencia de ocho goles y se acercó peligrosamente en el marcador, los mismos jugadores que habían lanzado al Ciudad Real hacia una supuesta victoria acabaron hundiéndolo. El Barça ganó porque Romero, Canca, Pogolerov y Núñez fueron incapaces de mantener su nivel. La presión pudo con ellos. Y sus rivales supieron aprovecharlo.

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