Crítica:Entre los sabios y los digitales | LA MEJOR MÚSICA DE 2001

Sensibilidad y elegancia

A sus 83 años, y una voz que no se ajusta al carnet de identidad, Henri Salvador comparte con Françoise Hardy Le fou de la reine. Cerca de un millón de discos prueban que sensibilidad y elegancia pueden triunfar en las listas de ventas. Cálidas melodías antillanas, bossa nova y jazz intimista asoman desde la Habitación con vistas de este amigo y colaborador de Boris Vian y Quincy Jones, conocido durante décadas en Francia por su faceta cómica y sus canciones infantiles. Música con aires de Jobim, Trénet o Nat King Cole: el disco con el que Henri Salvador siempre hab...

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A sus 83 años, y una voz que no se ajusta al carnet de identidad, Henri Salvador comparte con Françoise Hardy Le fou de la reine. Cerca de un millón de discos prueban que sensibilidad y elegancia pueden triunfar en las listas de ventas. Cálidas melodías antillanas, bossa nova y jazz intimista asoman desde la Habitación con vistas de este amigo y colaborador de Boris Vian y Quincy Jones, conocido durante décadas en Francia por su faceta cómica y sus canciones infantiles. Música con aires de Jobim, Trénet o Nat King Cole: el disco con el que Henri Salvador siempre había soñado.

El británico asiático Nitin Sawhney ha escrito en el cuadernillo de Prophesy (V2 Music) que probablemente nosotros fabricamos nuestras propias profecías. Él opta abiertamente por el desarrollo tecnológico para crear una música que respira espiritualidad. Este quinto disco hermana ritmos de la India y drum and bass, y permite escuchar a cantantes como Cheb Mami o Natacha Atlas y al guitarrista flamenco José Miguel Carmona, así como la voz de Nelson Mandela y cantos y juegos de los niños de una escuela de Soweto, la English Chamber Orchestra, la Sinfónica de Río de Janeiro o aborígenes australianos. Sería la banda sonora de una sociedad multirracial y multicultural: la cara más imaginativa y generosa de la diversidad.

Varios años tardó el brasileño Márcio Faraco en componer, orquestar y poder grabar en Francia -el país donde vive en la actualidad- las 11 canciones de Ciranda (Universal), un disco que empezó a escucharse tímidamente en los últimos meses de 2000 y contiene composiciones de la belleza de Aguas passadas o Nostalgia. Toda la delicadeza y sinuosidad del mejor Brasil en la ópera prima de este guitarrista y cantante que ha contado con Chico Buarque y la ayuda del pianista y arreglista Wagner Tiso.

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