Una segunda exposición sobre Alonso Cano recrea la contradictoria Granada del siglo XVII

La muestra recoge 90 piezas relacionadas con el artista en el Centro Gran Capitán

Granada, la ciudad donde Alonso Cano (1601-1667) nació, vivió parte de su vida y murió, es el objeto de una exposición que, con el objetivo de homenajear al artista, recrea las grandes contradicciones de esta ciudad en el siglo XVII, necesarias para entender la vida y la obra de este pintor, dibujante y escultor. Ésta es la segunda gran exposición que se abre en Granada para conmemorar el cuarto centenario del nacimiento de Cano, pero mientras la que ha organizado la Junta de Andalucía está dedicada a su obra, ésta hace hincapié en las influencias que recibió y ejerció.

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Granada, la ciudad donde Alonso Cano (1601-1667) nació, vivió parte de su vida y murió, es el objeto de una exposición que, con el objetivo de homenajear al artista, recrea las grandes contradicciones de esta ciudad en el siglo XVII, necesarias para entender la vida y la obra de este pintor, dibujante y escultor. Ésta es la segunda gran exposición que se abre en Granada para conmemorar el cuarto centenario del nacimiento de Cano, pero mientras la que ha organizado la Junta de Andalucía está dedicada a su obra, ésta hace hincapié en las influencias que recibió y ejerció.

La Granada del siglo XVII. Arte y Cultura en la época de Alonso Cano es el nombre de la muestra que se inaugura hoy en el Centro Cultural Gran Capitán y que recoge más de 90 piezas, entre grabados, esculturas, pinturas y documentos relacionados con el artista. En la exposición están prácticamente ausentes las obras del propio Cano, pero en ella se pueden ver pinturas y esculturas de artistas de su tiempo o posteriores, en los que ejerció una gran influencia. Se pueden ver, pues, algunas de las mejores obras de Pedro de Mena, Risueño, Bocanegra o Juan de Sevilla. Entre las piezas más interesantes expuestas se encuentran algunas obras que no se habían mostrado hasta ahora, patrimonio del Ayuntamiento, de la Universidad, de la Fundación Rodríguez Acosta, del Patronato de la Alhambra o del Museo de Bellas Artes de la ciudad.

La exposición, organizada por el Ayuntamiento, ha contado con la colaboración técnica de la Universidad de Granada. Según la concejal de Relaciones Institucionales, Asunción Jódar, Alonso Cano 'no fue un artista muy reconocido en una época en la que el arte se reducía casi a una relación comercial'. Por ello, el Ayuntamiento considera que esta exposición es el agradecimiento de la ciudad al artista granadino.

Para la comisaria de la exposición, Elena Díez, esta muestra es 'un viaje en el tiempo' hacia la vida social y cultural de Granada en el siglo XVII, donde Alonso Cano trabajó durante muchos años. Las contradicciones que se producían en esta ciudad, que intentaba enterrar una herencia morisca muy patente, estuvieron también presentes en este artista polifacético. 'Fue un hombre santo y malvado a la vez, murió pobre y fue rico en otras épocas', apuntó Jódar, quien también destacó la lucha interior que Alonso Cano reflejaba en sus obras, porque se debatía entre la antigüedad que le imponía el mecenazgo del que vivía y la 'modernidad que llevaba en su interior'.

Los documentos que se exponen, en su mayoría extraídos del archivo municipal, son una de las partes más importantes de la muestra, pues redescubren la historia granadina del siglo XVII. Jódar explicó que ésta fue una época de decadencia general, pero 'Granada estaba llena de festejos y de un rico mercado de artesanía'. Los documentos recogen la importancia de las librerías granadinas y de los documentos que se imprimieron. También se destacan nombres de mujeres que despuntaron en ese tiempo, como la grabadora Ana Heylan. Otra de las joyas de la muestra son las alegaciones jurídicas de Cano en un pleito que mantuvo con la Catedral cuando optó a la plaza de racionero.

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