FALTAN 16 DÍAS.

"Este dinero parece de juguete"

Carecen de sucursal bancaria, pero los casi 60 habitantes de La Acebeda, municipio situado a 80 kilómetros al norte de Madrid, se colocaron entre los primeros españoles en tocar euros. 'Son muy bonitas, cómo brillan', explicó Francisca Espinosa, de 74 años, dueña del bar del pueblo, mientras examinaba una de las bolsitas con 43 monedas de la divisa europea que se han empezado a vender. Su hija, Isabel, menos impresionada, dijo mientras agitaba el paquete: 'Este dinero parece de juguete, si hasta suena como la chatarra'.

La Acebeda es una de las 3.272 poblaciones españolas que no dispone...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Carecen de sucursal bancaria, pero los casi 60 habitantes de La Acebeda, municipio situado a 80 kilómetros al norte de Madrid, se colocaron entre los primeros españoles en tocar euros. 'Son muy bonitas, cómo brillan', explicó Francisca Espinosa, de 74 años, dueña del bar del pueblo, mientras examinaba una de las bolsitas con 43 monedas de la divisa europea que se han empezado a vender. Su hija, Isabel, menos impresionada, dijo mientras agitaba el paquete: 'Este dinero parece de juguete, si hasta suena como la chatarra'.

La Acebeda es una de las 3.272 poblaciones españolas que no disponen de banco o caja de ahorros. A primeros de mes, un autobús de Caja Madrid se desplaza hasta el municipio para satisfacer sus necesidades financieras, que se centran en el cobro de la pensión. La entidad de crédito hizo ayer una excepción y viajó hasta allí con euromonederos.

Más información

La iniciativa dio sus frutos. Pese al frío (seis grados bajo cero por la mañana), una buena parte de los casi 60 habitantes de la localidad desfiló por el autobús. Se vendieron unas 75 bolsitas en tres horas.

Alberto, de siete años, fue el primero en tener en sus manos las monedas de euro. Se levantó temprano y media hora antes ya estaba esperando el bancoautobús. 'No me gustan las caras', confesó. Se refería al reverso de las piezas de 10, 20 y 50 céntimos, en las que aparece un retrato de Miguel de Cervantes. Discrepancias estéticas aparte, Alberto no dudaba a la hora de enumerar las bondades de la nueva divisa: 'Con los euros, las cosas cuestan menos que con las pesetas', afirmó, ignorando que sólo cambia la cifra, no el precio.

'¿Son de verdad estas monedas?', preguntó en el mostrador Custodia Moreno, de 42 años. 'Nunca no me había preocupado mucho por el euro'. Ella no reside en el municipio. Sólo va los fines de semana. La Acebeda es un ejemplo de la despoblación que sufren las zonas rurales: ha pasado de 170 a menos de 60 habitantes en tres décadas. Hay iglesia, ayuntamiento, posada, restaurante y un bar en el que se dispensan algunos alimentos, propiedad de Francisca Espinosa: 'Como no hay banco, hay que ir con mucha vista y no gastar el dinero antes de tiempo'.

Para Fernando Álvaro, de 64 años, el euro es pan comido: 'Ni fu ni fa. Esto es como cuando uno va al extranjero'. Opina que se han exagerado los problemas que puede acarrear para los usuarios la puesta en circulación de la divisa. Y discrepa con la fase de convivencia establecida para el euro y la peseta (del 1 de enero al 28 de febrero): 'Tendríamos que dejar la peseta desde el primer día'.

'Adolfo, me los llevo todos', gritó Remedios Pascual, vecina que compró siete monederos para regalárselos a sus nietos en Navidad. Adolfo Hernán, del PP, es el alcalde desde las elecciones pasadas -logró el 100% de los votos, porque sus dos contrincantes no estaban censados en el municipio- y asegura que en La Acebeda están todos preparados para el euro.

Sobre la firma

Archivado En