El metrobús costará 72 pesetas más el próximo año

PSOE e IU consideran 'desmesurados' los nuevos precios, que llegan a triplicar el IPC

El Consorcio Regional de Transportes, responsable de la red de metro y autobuses tanto en la capital como en el resto de la Comunidad, aprobó ayer las nuevas tarifas de los billetes para el año próximo, con una subida media del 7,6 % respecto a las actuales. Ese incremento se dispara hasta el 9% en el billete sencillo y el 9,4% en el metrobús (válido para 10 viajes). Éste, que representa el 40% de la facturación, costará cinco euros (832 pesetas), 72 pesetas más que ahora. PSOE e IU criticaron que las tarifas del transporte público superen el IPC (índice de precios al consumo).

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El Consorcio Regional de Transportes, responsable de la red de metro y autobuses tanto en la capital como en el resto de la Comunidad, aprobó ayer las nuevas tarifas de los billetes para el año próximo, con una subida media del 7,6 % respecto a las actuales. Ese incremento se dispara hasta el 9% en el billete sencillo y el 9,4% en el metrobús (válido para 10 viajes). Éste, que representa el 40% de la facturación, costará cinco euros (832 pesetas), 72 pesetas más que ahora. PSOE e IU criticaron que las tarifas del transporte público superen el IPC (índice de precios al consumo).

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La reunión del Consorcio Regional de Transportes se prolongó hasta casi las nueve de la noche y estuvo precedida de un cruce de declaraciones entre Luis Eduardo Cortés, vicepresidente regional y consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, y Sigfrido Herraéz, concejal de Movilidad Urbana. Ëste último consideraba excesiva la subida de tarifas -una media del 7,6 %- propuesta por el Gobierno regional. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, había mediado por la mañana en la polémica y anunció: 'El Gobierno municipal estará 'muy atento al tema [las nuevas tarifas] y colaborará con la Comunidad'.

Puestas así las cosas, el consejero Cortés no encontró grandes dificultades para sacar adelante una subida que triplica el Índice de Precios al Consumo (IPC), situado en el 3%. Desde enero próximo el billete sencillo de metro y autobús costará un 9% más caro, situándose en 0,95 euros (158 pesetas frente a las 145 actuales). El metrobús, un título de viaje que usa el 40% de quienes se desplazan en transporte público, sube un 9,4% y costará cinco euros (832 pesetas, frente a las 760 de ahora). El abono transporte (del que existen diferentes precios según la zona y la edad del usuario) sube una media del 6%. El más común, el abono tipo A en tarifa normal, costará el año próximo 32,3 euros (5.370 pesetas; ahora cuesta 5.000). Para menores de 21 años, la zona A costará 22 euros (3.660 pesetas, frente a las 3.415 actuales). Los usuarios mayores de 65 años pagarán 8,65 euros (1.440 pesetas, 90 pesetas más que ahora). El abono tipo A es el título de transporte válido para las líneas de autobús que cubren la capital. Con los nuevos precios, el abono más caro (el normal para la zona C2, la más alejada del centro de la región) costará 58,85 euros (9.790 pesetas) mensuales. El servicio especial entre la plaza de Colon y el aeropuerto de Barajas se mantiene en 2,4 euros (400 pesetas).

Cortes justificó esas tarifas en el aumento de costes de explotación generado, según dijo, por la ampliación de la red de metro. El portavoz de Transportes del PSOE en la Asamblea, Julián Revenga, calificó los nuevos precios como 'el atraco social con el que nos felicita [el presidente regional] Ruiz-Gallardón'. Julio Misiego, portavoz de IU, consideró la subida 'desmesurada'.

Vigilantes del carril-bus

Unos 60 vigilantes de la EMT (Empresa Municipal de Transportes) empezarán el próximo día 17 a realizar su labor en los 30 kilómetros de carril-bus que discurren por las zonas más comerciales de la capital. Ésa es la principal medida que pondrá en marcha este año el Ayuntamiento para controlar el tráfico en la ya tradicional campaña de Navidad. La iniciativa, presentada ayer por el alcalde, José María Álvarez del Manzano, y Sigfrido Herráez, edil de Movilidad Urbana, tiene como objetivo que esos 60 vigilantes 'disuadan' a los conductores de aparcar en el carril-bus, para que éstos queden libres para el transporte público. Herráez explicó que los vigilantes también pondrán sanciones y se desplazarán tanto a pie como en coche. En concreto, usarán 10 vehículos Smart, cedidos por la empresa fabricante de esos coches, y teléfonos móviles para poder coordinarse con la Policía Municipal si tienen problemas para liberar el carril-bus.

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