Reportaje:

Bendito trabajo

El programa Emplea da colocación a mujeres en situación de riesgo

A Lucía se le ha cambiado la vida. Hasta hace poco más de un año tenía una casa, un marido, un niño y otro en preparación. Pero cuando alumbró a su segundo hijo, su marido se fue y la dejó sin nada. 'Dijo que no aguantaba más y desapareció', cuenta ella con la voz suave de quien ya se ha acostumbrado a las injusticias. 'Y yo, en el paro y con un recién nacido, no tenía ni para pagar el piso', añade.

Lucía, a sus 32 años, nunca había visto un contrato, aunque trabajaba desde muy joven con su madre, 'echando horas, fregando, lo que saliera'. Ahora sí: ahora se gana la vida por su cuenta, ...

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A Lucía se le ha cambiado la vida. Hasta hace poco más de un año tenía una casa, un marido, un niño y otro en preparación. Pero cuando alumbró a su segundo hijo, su marido se fue y la dejó sin nada. 'Dijo que no aguantaba más y desapareció', cuenta ella con la voz suave de quien ya se ha acostumbrado a las injusticias. 'Y yo, en el paro y con un recién nacido, no tenía ni para pagar el piso', añade.

Lucía, a sus 32 años, nunca había visto un contrato, aunque trabajaba desde muy joven con su madre, 'echando horas, fregando, lo que saliera'. Ahora sí: ahora se gana la vida por su cuenta, como limpiadora en los baños árabes Medina Califal de Córdoba, con papeles y derechos, gracias al programa Emplea, impulsado por la Diputación (con el apoyo de CajaSur y de la Confederación de Empresarios) para insertar en el mercado laboral a las mujeres que más lo necesitan.

¿A qué tipo concreto de mujeres se dirige esta programa? 'A las que tienen cargas familiares no compartidas; a las víctimas de violencia de género y a las que presentan riesgo de exclusión social', explica Ana Rojas, diputada de la Delegación de la Mujer. Es decir, a personas como Lucía, cabezas de familia a la fuerza, que de no ser por este trabajo tendrían un pie (y parte del otro) en la marginalidad.

Ella es una de las 16 mujeres que han encontrado empleo desde que el plan se puso en marcha, hace cinco meses, en alguna de las diez empresas cordobesas que se han adscrito al programa, o en alguno de los siete ayuntamientos de toda la provincia que también lo apoyan. Rojas calcula que, a corto plazo, podrán insertar a 54 aspirantes más en el mercado laboral. Tienen por delante casi 400 solicitudes que cubrir.

El procedimiento es el siguiente: por cada contrato que estas empresas firmen a las mujeres seleccionadas por la Diputación, reciben un incentivo de entre 500.000 y 750.000 pesetas y, además, una etiqueta o símbolo de calidad que pueden incorporar a su imagen externa. Los empresarios parecen contentos con sus empleadas, a pesar del bajo nivel formativo que suelen tener de entrada. Pero una vez que se preparan y aprenden, se tiende a darles continuidad y a estabilizarlas en las plantillas. Algo clave para el éxito del programa, cuyo presupuesto ha ascendido a 22 millones de pesetas.

María del Carmen García, directora de los baños árabes Medina Califal, y jefa de Lucía, admira su afán de superación y capacidad de trabajo. 'Ella está satisfecha y nosotros también, su papel aquí es muy importante', resume.

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Su empresa ha contratado a otra mujer más a través de Emplea. 'Las dos estamos contentas', sostiene Lucía. 'A mí me va fenomenal, me voy organizando poco a poco. Aunque el padre de los niños diga que cuando salga el juicio él tampoco paga y tenga que meterme en líos de jueces'. Y remata: 'Está muy bien ser independiente'.

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