Vestidos para trabajar

Conocer el sector en el que se pretende entrar creando una empresa. Esa es una de las claves del éxito empresarial, según Miguel Gaitán Moreno, presidente de Confecciones Samisa, una fábrica situada en Torreperogil dedicada en exclusiva a la fabricación de ropa de trabajo. Desde que se creara la empresa en los años 80 los propietarios vieron clara la necesidad de la especialización.

No sin que antes intentasen abrir mercado en otros sectores, como el textil tradicional con camisas de hombre. Pero no funcionó, había demasiada competencia contra la que no se podía luchar por lo bajo de lo...

Conocer el sector en el que se pretende entrar creando una empresa. Esa es una de las claves del éxito empresarial, según Miguel Gaitán Moreno, presidente de Confecciones Samisa, una fábrica situada en Torreperogil dedicada en exclusiva a la fabricación de ropa de trabajo. Desde que se creara la empresa en los años 80 los propietarios vieron clara la necesidad de la especialización.

No sin que antes intentasen abrir mercado en otros sectores, como el textil tradicional con camisas de hombre. Pero no funcionó, había demasiada competencia contra la que no se podía luchar por lo bajo de los precios. La 'bendita importación', como irónicamente señala Gaitán, fue la responsable de que dejasen todas las prendas que no fuesen específicas para el trabajo. 'Llegaba ropa demasiado barata, lo que a nosotros nos costaba un duro se vendía a través de la importación por dos pesetas, así era imposible intentar nada'.

'Hace 17 años las prendas no tenían nada que ver con las de ahora. Han cambiado los tejidos y la mentalidad.'

Esta empresa familiar la creó el padre de Miguel Gaitán, que había tenido durante toda su vida comercio textil. Era un negocio que le resultaba familiar y se decidió, junto a sus hijos, a emprender el mercado de la fabricación y comercialización. 'Ahora no nos va mal, no nos podemos quejar, pero vemos que muchos otros cierran porque se meten en negocios que no conocen'.

A los proveedores diariamente desde Samisa se les suministran ropa para pintores, escayolistas, mecánicos, albañiles, fontaneros o vigilantes. También se atienden pedidos de empresas concretas que quieren uniformar a sus plantillas. El paso del tiempo y los cambios en los materiales textiles también ha provocado que Samisa adapte sus tejidos a nuevas necesidades. Por ejemplo, ahora fabrican ropa denominada de alta visibilidad, es decir, las tiras fluorescentes que utilizan trabajadores para ser vistos durante la noche. En las carreteras o los trabajadores de Renfe, los empleados utilizan chalecos especiales para que puedan ser divisados y evitar así accidentes.

No es éste el único cambio que se ha introducido en la fabricación, también está la ropa ignífuga, la preparadas especialmente para ser resistente al fuego. Otra vez materiales nuevos para que sean capaces de resistir altas temperaturas durante un periodo de tiempo determinado. La que fabrica Samisa tiene una resistencia al calor, una protección de hasta ocho segundos ante fuertes temperaturas, la mitad de lo que suele tener la ropa específica que utilizan los bomberos. No obstante, es adecuada para electricistas o para trabajadores que tienen muy cerca una fuente de calor.

'Este sector ha cambiado mucho desde que nosotros empezamos. Hace 17 años las prendas de vestir que se demandaban no tenían nada que ver con lo que se hace ahora. Han cambiado no sólo los tejidos, sino también la mentalidad'. Gaitán resalta como hecho sumamente positivo para su negocio el hecho de que los trabajadores hayan cambiado la ropa vieja como uniforme habitual en su jornada laboral por ropa específica. 'Las empresas también tienden a personificar los uniformes de sus trabajadores, y ahí entramos nosotros realizando los proyectos y las ideas que ellos tienen'.

Los cambios llevan aparejados también inversiones en nuevas tecnologías y máquinas. 'Es inevitable renovarse. Si quieres evolucionar tienes que modernizarte, lo que supone un gran esfuerzo porque la maquinaria que usamos es cara', resalta Gaitan.

Las miles de prendas que se fabrican a diario en ésta fabrica tienen como principales destinos Andalucía, Murcia, Extremadura y Madrid. 'Si sólo tuviésemos que vivir del negocio que genera Jaén, habríamos tenido que cerrar hace años porque en esta provincia no hay suficiente actividad industrial'.

Gaitán responde con un tajante 'no' cuando se le pregunta por la posibilidad de abrir mercados internacionales. La razón es que sus máquinas funcionan a tope y sólo se atrevería con la aventura de la exportación si estuviese completamente seguro de que podría atender nuevos pedidos. 'Siempre intentamos dar lo que consideramos lo mejor, y por ampliar mercado creo que tendríamos que reducir la calidad o emprender inversiones muy fuertes. De momento, no nos lo planteamos'. Sus lemas son 'zapatero a tus zapatos' y 'trabajo, trabajo, trabajo', y tiene proyectado dejar la actual nave de 2.000 metros para ubicarse en el polígono industrial y aumentar la capacidad de producción.